Capítulo 4

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Desperté con un canto muy agradable. Abrí los ojos e intenté localizar de donde venía aquella voz que parecía de un ángel, pero para mi decepción no había nadie en la habitación. Me levanté de la cama embobado por aquella canción, caminé siguiendo el sonido y acabé frente a la puerta del baño. Abrí lentamente y vi una figura masculina envuelta por una capa de niebla, me fijé bien y descubrí que era Jin. Él, al notar que había alguien observando, calló y giró la cabeza de repente. Al verme se puso rojo de la cabeza a los pies y chilló.

- ¡Lo siento! – Exclamé y me tapé los ojos con la mano. - ¡Ya me voy, lo siento!

Cerré la puerta de golpe y me apoyé, exhausto. Debía pedirle disculpas a Jin, seguramente le daba vergüenza que le oyese cantar, pero, joder, cantaba demasiado bien.

Fui hacia la habitación, aún algo avergonzado, y me cambié. Me vestí con unos pantalones vaqueros, unas converse y una camiseta blanca. Mi estómago comenzó a rugir, así que me dirigí a la cocina a por algo para desayunar. Abrí la nevera y me serví un vaso de leche, miré los armarios y vi unas magdalenas, seguramente hechas por Jin así que también las cogí. Me senté en el comedor, y no había nadie. Malditos dormilones. Comí en silencio, muerto de aburrimiento. Revisé mi móvil y tampoco había nada interesante. Menos mal que iría con Jin al parque de atracciones, porque si no, el día sería una completa pérdida de tiempo.

De regreso a mi habitación para avisar a Jin, escuché unos sonidos raros, provenían de la habitación de Jimin y Yoon Gi. Me acerqué para ver de qué se trataba y me quedé perplejo al escuchar gemidos y jadeos. No podía ser.

Pegué la oreja a la puerta y me quedé atónito por lo que estaba escuchando.

- ¡Jimin! – Era la voz de Yoon Gi.- ¡M-más profundo!

Me alejé lentamente, mi cuerpo comenzó a temblar. No podía estar pasando. ¿Por qué los tenía que haber descubierto?

Decidí avisar a Jin de irnos ya y olvidarme de eso. De momento.

Subí a la habitación corriendo y Jin se me quedó mirando. Eso por un segundo, después su rostro se puso rojo y me lanzó una almohada.

Mierda, me había olvidado de que lo pillé cantando.

- Jin, de verdad lo siento. – Dije mientras apartaba la almohada. – No cantas mal, no te preocupes. Fui porque me encantó como cantabas, de hecho.

Él se quedó en silencio y resopló. Después de un minuto habló.

- Está bien.

Tragué saliva y sonreí. Menos mal que no se había enfadado. Me puse mi chaqueta y le pregunté.

- ¿Vamos?

Él asintió y su rostro se tornó de serio a contento, entonces me alegré.

Bajamos las escaleras y me recorrió un escalofrío al pasar junto a la habitación de Yoon Gi y Jimin.

Salimos de casa y fuimos a la estación para ir en metro hasta el parque de atracciones.

Durante el trayecto, yo me quedé mirando por la ventana pensativo. Aún no podía asimilar lo de mis dos amigos. ¿Estaban saliendo? Si fuese así, ¿Por qué no nos habían dicho nada? Y... ¿¡Por qué no nos habían dicho que eran gays!?

- Namjoon. – Jin me llamó suavemente. Yo me giré mirándole. – Estás raro... ¿Te pasa algo?

Por un momento dudé si decírselo o no, pero ya lo consideraba un gran amigo. Así que bajé la cabeza, y lo dije.

- Antes... pasé al lado de la habitación de Yoon Gi y Jimin y los escuché... haciéndolo.

Jin me miró estupefacto y después comenzó a reír a carcajadas.

- ¡No me puedo creer que no te dieses cuenta de que estaban liados! – De repente paró de reír y su tono de voz cambió a un tono más preocupado. – O... ¿No tendrás nada en contra de que sean... homosexuales?

Me giré de repente y exclamé.

- ¡No! ¡Claro que no! – Suspiré. – Es sólo que... son mis amigos y quieras que no, me jode que no me hayan dicho nada...

- Ah... es eso. – Me acarició el brazo. – No te preocupes, seguramente necesitan tiempo. – Asentí, tenía razón. – Pero hoy preocupémonos por pasarlo bien.

Chocamos nuestros puños y esperamos a que el tren llegase.

Tardó 20 minutos, y de mientras Jin se apoyó en mi hombro mientras jugaba con su móvil.

Cuando llegamos pagamos la entrada y entramos. Jin parecía un niño, se quería subir en todas las atracciones. Íbamos de arriba a abajo, nos montamos en un mundo de ellas, algunas te subían unos 20 metros y te bajaban de golpe, otras iban ultra rápidas alrededor del parque, etc...

Nos sentamos en un McDonald's dentro del parque, para comer, aunque ya eran las cinco de la tarde. Estaba un poco mareado ya que en la última atracción nos giraron a una rápida velocidad, pero en cambio, Jin estaba alegre y entusiasmado.

- Namjoon, quiero ir a la noria.

Mis ojos se iluminaron, por fin íbamos a una atracción en la cual no nos centrifugarían como en una lavadora.

Terminamos de comer y nos dirigimos hacia la noria. Pero para nuestra sorpresa, había una cola de 30 minutos. Jin insistió en que valía la pena, así que esperamos.

Nos subimos y Jin se sentó en frente mío. La noria nos elevó poco a poco, cuando ya estábamos bastante arriba se podía ver todo el parque en miniatura.

- Namjoon. – Jin me llamó suavemente. – Gracias por aparecer en mi vida.

Me sonrojé levemente y me levanté para sentarme a su lado. Le di un abrazo y besé su frente.

- Gracias a ti por aparecer en la mía.

La cara de mi compañero se tornó roja como un tomate, y me miró profundamente, intentando averiguar lo que pensaba. Acercó su rostro al mío, y yo me puse muy nervioso.

¿Jin pretendía besarme? Sin embargo, no me importaba, porque yo también moría de ganas por hacerlo.

Puse una mano en su nuca y acerqué nuestros rostros mientras nuestros labios se rozaban, nos íbamos a besar pero...

- ¡Pueden bajarse de la noria! – Dijo un monitor que controlaba la noria.

Me puse completamente rojo y Jin igual. Salimos de la noria y decidimos que nos iríamos a casa.

Hicimos el viaje en tren en completo silencio, y cuando me dispuse a abrir la puerta de casa, Jin estiró de mi camiseta. Estaba cabizbajo y ruborizado. Tragué saliva nerviosamente.

- Sobre lo de antes... - Habló muy flojo.

- Jin... lo siento... yo, no sé... no sé porque lo hice... - Levantó la cabeza y me miró. Sus ojos estaban cristalinos, ¿realmente le había afectado tanto?

- No es eso... Namjoon me gustas. – Y sin dejarme responder juntó nuestros labios, en un beso que no dudé en corresponder.

WHALIEN 52. [Namjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora