Enamorados Hasta La Locura.

Capitulo 7

Eric.

Tres días. Hace tres días que no se nada de Sofía. No contesta mis llamadas, siempre esta “fuera” de su casa… es como si estuviera evitándome. Desde aquella noche de la fiesta no se nada sobre ella. Se que llego mas tarde que yo pero nunca recibí su llamada para decirme que estaba aquí, sin embargo no recuerdo haber hecho algo tan malo para que ella me dejase de esta forma.

Camino por el recorrido de piedras y cemento hacia la puerta de entrada. Eran las 7:20 por lo que me cerraron la puerta en la cara. Espere 40 minutos a que me abrieran la puerta, anoto mi nombre en la “lista de los atrasados” y me encamino escaleras arriba hacia el aula. El estilo antiguo que tiene el colegio pinta muy bien con el estilo de Sofía: Sencillo, un tanto moderno por las circunstancias de la época, pero sigue siendo el mismo internado de 1932. Subo unos cuantos escalones y pateo la puerta mi curso. Nadie me mira excepto el profesor, quien me pregunta porque he llegado tarde y no hago mas que ignorarlo.

Todo, absolutamente todo, me hace pensar en Sofía. Desde la pizarra manchada con letras hasta las mas pequeña hormiga. No encuentro la causa por la que ella me este evitando, aunque lo admito, esa noche bebí como hace años que no lo hacia por lo que no recuerdo que rayos hice esa noche.

Suena la campana y, inmediatamente, salgo al pasillo a ver si tengo señales de Sofía. Nada.

-Ramos, - Detengo a una de sus amigas, que es una de mis exs - ¿Dónde diablos esta Sofía?

-Ni idea, hace tres días que no viene… debe tener algo en el Ballet.

-¿Ballet? ¿Acaso Sofía esta en eso?-  me había dicho Sofía tenia actividades extracurriculares pero nunca me dijo que estaba metida en ese mundo.

-¿No lo sabias? A pesar de que eres su novio sigues siendo el mismo idiota y despreocupado de siempre. – me corta la mirada y sigue su camino.
¿Ballet? Espera…

-¡Ramos! – Voltea al instante. Llego con mis largas piernas hasta ella y la tomo por los hombros. Tiene exactamente el mismo tamaño, ojos que Sofía, solo que su pelo es un poco mas grueso y corto. - ¿Sabes donde esta?

- No – Hago un pequeño sonido de resignación pero Ramos vuelve hablar – Pero puedo preguntale donde queda, si quieres.

- Si, por favor… necesito hablar con ella.

-¿Y que es lo que quieres hablar con ella específicamente?- Pregunta Ramos esta vez con los brazos en jarras. Me le acerco a la cara y le escupo.

- Son asuntos míos y de ella, no tuyos. – Me separo y regreso al curso. ¿Por qué nunca me dijo que hacia ballet? Es algo ilógico. Si lo hace no debería avergonzarse de admitir que es bailarina…

Cojo clases hasta las 10:30 y salgo nuevamente al pasillo. Bajo los escalones y camino a la biblioteca para superiores donde, justo al doblar de la esquina, se encuentran las oficinas de diseño grafico. Le pido, amablemente, a Oscar la clave del wi-fi para poder enviarle un mensaje a Sofía. Un momento… Yo no soy el que necesita de cariño y amor, es ella. “Te besaste con tu ex en una fiesta, ¿No pensaste si ella, por cosa del destino, te vio en pleno acto?” Imposible, había miles de personas y ella a esa hora no estaba ahí. “ ¿Y tu que sabes? No controlas su tiempo, ni su vida, ni sus sentimientos… Ella no es un perrito mas, Eric. Es especial para ti y lo sabes” Dice mi voz interna.

Talvez tenga razón. Talvez ella es especial para mi.

Me siento al final de la escalera que da con el segundo piso y pongo mi lado sentimental a trabajar.

“Sofía, Lo siento, ¿Si? Se que hice mal en besarme con mi novia el mismo día en que te declare mi amor en frente de todo el colegio, de tus amigos y los míos, para que luego, en una fiesta insignificante, la besara como si ella fuera la persona que realmente amo. Esa persona es malcriada, sucia, le falta un poco de educacion, pero ha sido la única por la que me he quedado pasmado viéndola en el pasillo del colegio, en la entrada del mismo, en las puertas del restaurante, en mis pensamientos. A pesar de su, a veces presente inmadurez, es la única persona que me hace sonreír hasta que duela, la que provoca esas mariposas en mi estomago, la que hace que mi corazón de un giro de 360 grados…
Se que tengo una personalidad de mierda, que soy un tonto a veces, que mi machismo es inmenso y que soy egocéntrico hasta mas no poder, pero todo eso solo hay una persona quien lo puede curar, Sofía.
Y esa no eres tu”

Pulso enviar y siento como el mundo se me desmorona. “ ¿Qué diablos has hecho? ¿No es por ella que respiras, brincas y pataleas? ¿ No es por ella que has dejado todo lo que quieres? ¿ No es de ella de quien te has enamorado?”
Si, pero no puedo dejar que lo sepa.
                                                                                                                       ***

En la tarde me paseo por Los Jardines, buscando donde diablos es que, supuestamente, Sofía toma clases de ballet. Detengo el Lexus gris de mi padre luego de haber pasado una institución de danza llamada “ Contempora”. Según la ubicación que Melanie me ha enviado, es allí. Me desmonto y camino hacia atrás unos cuantos metros, cruzo la calle y me coloco un poco mas allá del frente de la casa gris con blanco con tres grandes letreros, con informaciones de las nuevas funciones, sus talleres y redes sociales. Tiene una terraza en el segundo piso con lo que parecen ser pupitres. ¿Acaso no es solo baile? ¿Qué diablos tienen ellas que copiar en una academia de ballet?

La casa esta cubierta completamente con barrotes, hierros y demás para protección y eso. Realmente se ve un tanto atractiva para un ladrón, debido a tanta protección pero, aun así, seria un tanto difícil entrar en ella.

A las 6 con 4 minutos exactamente veo una pequeña persona caminando por la acera de la esquina de arriba. Me apresuro y corro hacia el lado contrario de donde esta el Lexus y me escabullo detrás de un árbol de Mango. Ella mira a los lados y cruza la calle, seguido saluda y espera a que le abran. Entra y sigue saludando a todo aquel que se pasa por su camino.

Esta vestida con unos jeans claros y una blusa rojo oscuro y algunos que otros diseños sobre ella. Lleva un bulto Adidas mas grande que ella que me dan ganas de ir a ayudarla, pero no quiero hacerla pasar vergüenza. Se que odia eso y no quiero lastimarla mas de lo que ya hice. Caigo en el piso mientras siento como se me va la vida nuevamente.

Que idiota soy.

Son las 8 de la noche, justo la hora en la que Sofía siempre me habla porque esta “ocupada” cuando escucho la bocina de uno de los padres de sus amigas. Me desmonto del Lexus y la espero en un callejón que esta un poco mas allá de la academia. “ ¿No crees que a ella también la vendrán a buscar?” Mierda, es cierto. “Además, ¿Qué planeas hacer? ¿decirle que la amas luego de haberle dicho que no es el amor de tu vida? ¿ No piensas que debe estar tan destrozada como tu?” Tienes razón… Debo ser fuerte y…
Dejar que viva su vida sin mi.