Prologo

41 1 0
                                    


Mientras caminaba por el pavimento rojizo de mi departamento, escucho una voz familiar. Me llama dos veces y sé que es él Mi cerebro se quiebra por lo que mis piernas se mantienen atadas al suelo. No puedo moverme, solo puedo culparme por dentro por ser tan estúpidamente débil.


-¡Espera! - vuelve a gritar y, al cabo de unos segundos, ya está detrás de mí tocándome los costados como solía hacer.



-¿Qué quieres? - consigo decir después de sentir sus torturosas pero deliciosas caricias durante unos segundos subiendo y bajando. - ¿Qué quieres ahora?



-"Hola, ¿cómo estás?" Deberías ser más educada... - Termina con su suave danza en mis costados y me voltea frente a él



-No voy a ser educada porque tú me lo digas... Además, es culpa tuya. - Respondo con mis brazos cruzados debajo de mi pecho. Si cree que lo perdonaré está muy equivocado.



-Se nota que te hago falta, ¿eh? - Resoplo y el ríe por debajo y coloca sus brazos de la misma forma.



-Serás idiota, ya te he superado, así que te puedes ir olvidando de lo nuestro. - Miento estrepitosamente. Aun lo amo con locura.


-¿Si? Pues si ya me hubieras superado no me mostrarías tu apetitoso pecho no tan voluptuoso - Señala con la barbilla sin quitarme los ojos de encima. Quito de inmediato los brazos de su actual posición y los coloco en jarras



-No lo hice apropósito - Digo por debajo con el cuello pegado al pecho sintiendo como mis mejillas arden sin compasión. Este tipo sabe jugar bien sus cartas. Siempre lo ha hecho.



-Ya, ven, perdóname ¿si? - Me rodea con sus largos y finos brazos y pega su boca a mi oído. Mi corazón trabaja a todo vapor y mi mente sigue en blanco. No quiero ser estúpida pero, ¿Debo seguir a mi corazón? Es lo que todo el mundo dice cuando no sabes que hacer y tu mente no te responde. Lo amo pero, no quiero caer en las tinieblas de nuevo.



-Está bien.




Enamorados Hasta La Locura.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora