Adios....Maria..... 2/2

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Salimos del ascensor y caminamos hacia el apartamento. Kajal abre la puerta. Me ofrece una tila para bajar el alcohol y yo acepto. Charlamos durante un buen rato, conociéndonos más. Me paso buena parte de la noche riendo, porque el no ha perdido la capacidad de hacerme reír por muy triste que este, al contrario, hace que ría con más ganas. Dice que adora mi risa y suelto una carcajada. Por favor. Entonces, me besa. Abro mucho los ojos, pero pronto los cierro y me abandono al beso. Le necesito. Nunca he dejado de hacerlo. Y tal vez él me haga olvidar a Alex. Le propongo hacerlo y él, sorprendido, me pregunta si he follado antes. Me pongo roja al confesarle que aún soy virgen. Mi humillación disminuye un poco y lo miro. Me dice "solo piénsalo un poco más y, si estás segura de que quieres hacerlo, te follare con mucho gusto. Una y otra vez, donde y cuando tú quieras. Quiero..." Le tapo la boca con la mano. Se ríe contra mi palma y se encoge de hombros. Cuando le quito la mano de la boca me muerde los dedos y me estrecha contra sí. Dice con picardía que cree que debe ponerse algo encima para no ser una tentación, a lo que yo me ruborizo. No consigo decidir qué es más sorprendente: el hecho de que le haya sugerido que nos acostemos o el hecho de que me respete hasta el punto de haberme rechazado. Se acerca y musita que primero va a hacerme sentir bien. Su boca se cierra entre mis muslos y en cuestión de minutos me tiemblan las piernas y estoy cubriéndome la boca con la mano para no gritar su nombre y que nos oiga todo el mundo.
Estoy muy excitada y me pregunta si de verdad quiero hacerlo. Le respondo que sí.
Solo he visto un condón en clase de educación sexual, e imponía bastante. Pero ahora modo solo quiero arrancárselo de las manos a David y ponérselo lo más rápido que pueda. Menos mal que no puede leer mis pensamientos indecentes, aunque el dice cosas mucho más guarras que las que yo he pensado nunca.
-¿Estás...?- dice con voz ronca.
-Si me lo preguntas otra vez, te mato.
Me sonríe y agita el preservativo que sostiene entre el índice y el pulgar.
- Iba a preguntarte si quieres ayudarme a ponérmelo o lo hago yo solo...
Me muerdo el labio.
- Ah. Me gustaría hacerlo yo, pero... vas a tener que enseñarme cómo se hace.
Lo que aprendí sobre el preservativo en clases de educación sexual no me preparo para lo que se siente en un momento como este y no quiero fastidiarla.
- Bien.
Se sienta en la cama y yo cruzo las piernas. Me da un beso rápido en la frente. Rasga el envoltorio y alargó la mano, pero el suelta una carcajada y menea la cabeza.
- Ahora verás.- Me coge la mano, saca el pequeño disco y usa nuestras manos entrelazadas para colocarse el condón en la punta. El látex es viscoso y resbaladizo.- Ahora hay que desenrollarlo- dice con las mejillas coloradas.
Nuestras manos deslizan el condón por su piel firme. Entorna sus ojos y su erección crece un poco más.
- No ha estado mal para una virgen y un borracho- me río.
Me levanta una ceja y sonríe.
- No estoy borracho, nena. Me he tomado un par de copas pero me he despejado hablando contigo.- me regala una sonrisa y me acaricia el labio inferior con el pulgar.
Es un alivio saberlo. No me apetece en absoluto que se duerma a la mitad, o que me vomité encima. Me río de pensarlo y lo miro otra vez. Tiene la mirada despejada, no de borracho como hace una hora.
-Y ¿ahora qué?- pregunto sin poder contenerme.
Se ríe me coge la mano y se la lleva al paquete. Cambia de postura y se pone encima de mí. Con una rodilla me abre de piernas y luego me acaricia con los dedos. Me pregunto si será cariñoso....eso espero.
-Estas muy mojada, eso lo hará más fácil-dice, y coge aire.
Su boca encuentra la mía y me besa despacio, jugando con la lengua. Sus labios parecen hechos para los míos, a medida. He oído que perder la virginidad duele, pero no puede ser tan malo. Noto el roce del condón en mi piel y como intenta metérmela. Es una sensación muy rara... Cierro los ojos y me oigo jadear. La mete un poco más. Hago una mueca de dolor, es como si me pellizcaran muy adentro. Sus ojos verdes brillan en la luz de los primeros rayos de sol que comienzan a entrar por la ventana y sus caderas empujan un poco más contra la mía. Tras varias embestidas más por su parte, David me mira fijamente mientras se corre. Se desploma con cuidado sobre mí mientras yo hago lo mismo. Se incorpora, sale de mí, se quita el condón y le hace un nudo.
HORAS MÁS TARDE...
Tras decirle a Helena y Alex que pase la noche en el hotel pero que me levante más temprano, ponemos rumbo de vuelta a Málaga. He intercambiado mi numero con Kajal, y mi Instagram; así que al llegar al andén recibo un mensaje de "Buen viaje" por su parte. Sonrío y subo.
Tras varias horas al fin hemos llegado. Me despido de ellos mientras cruzo la carretera que lleva a la plaza donde, dos calles al lado, se encuentra mi casa. He cumplido mi sueño, quien lo iba a decir...Oigo un grito. Apenas veo nada, tan solo los faros de un coche que se acercan a mí a toda velocidad.... Después, nada... Oscuridad.
PD: Querido Kajal... Algún día trataras de empezar de cero, llegará alguien que te haga volar sin alas, te partirás la boca por quitarle más las lágrimas que las bragas, y te darás cuenta de que no sirve de nada un corazón a prueba de balas si lo que buscas es que te mate, su boca

50 Sombras De KajalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora