Maybe i'm crazy in love with you

Ey, Theo ¿quien es la chica?

—Emily despierta—siento que tocan mis manos—¡vamos despierta ya!

abro lentamente mis ojos pero todo esta oscuro por lo que me sobresalto y lo siguiente que escucho es una risa burlesca.

—¿que haces acá?—mi voz raspa mi garganta, por lo que supongo que he dormido bastante.

—supongo que te quedaste dormida hace unas horas. Es tarde, creo que es mejor que vayas a tu cama—se sienta a mi lado.

—¿que haces acá?—repito algo desorientada.

—acabo de llegar y te encontré acá, es todo.

Los arboles comienzan a moverse y una bocanada de aire sopla de un momento a otro. Me estremezco de frio y asiento con la cabeza.

—si, es mejor que vaya a mi habitación— susurro mientras mis labios tiritan levemente.

Tenia la intención le levantarme pero me encontraba tan extrañada que me paralizo. Es que, me intriga sus cambios de animo, eso de gritarme, odiarme, para luego volverse alguien mucho mas amistoso, no digo que sea una persona amistosa, pero, esto es lo mas cercano que a llegado a ser.

—¿tuviste una buena tarde?—pregunto con interés.

Me apoyo sobre mis codos, levantando torpemente mi cuerpo.

—una normal, Emily—dice sin mas.

—veo que ya tienes bastantes amigos, ¿como son ellos?—lo observo.

noto que se incomoda, por lo que se que no debo seguir haciendo preguntas. Pero, quiero saber algunas cosas sobre el, porque a pesar de que lo conozco hace mucho, siento como si no lo conociera lo suficiente.

—eso no importa ¿si?—trata de sonar amable—estaré adentro—se levanta y comienza a caminar hacia la puerta trasera.

Es en el momento en el que me percato de lo sola que me siento aquí. No tengo nadie con quien hablar, nadie a quien decirle como me siento. Es extraño sentirse así, siempre he sido la clase de chica rodeada de gente.

Siento la necesidad de echar a fuera como me he sentido este mes, desde que llegue acá.

Me levanto rápidamente y apenas alcanzo a Theo lo agarro con fuerza del brazo antes de que entre por la puerta.

—a mi si me importa, Theo, estoy sola aquí—mi voz suena desesperada, es exactamente así como me he sentido—¿que acaso no comprendes?

—Emily...—lo interrumpo.

—me siento horrible Theo, es horrible estar acá.

—no digas eso.

Frunce el ceño y por primera vez en mucho siento que no se reirá de mi.

—creía que las cosas no iban mal, pero eso no es verdad, ¿sabes lo que es estar sola las 24 horas del día, sin conversar con nadie durante un mes?—muerdo mi labio con fuerza—sabia que no iba a poder con esto y tuve miedo, tengo miedo.

El silencio inunda el lugar por unos minutos y a pesar de sentirme tonta por haberle contado como me sentía, también me sentía aliviada de alguna manera.