Efímero

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Era la kamikaze del amor,
bailaba con la muerte cada vez
que nos besábamos y me encantaba.

Me apasionaba retarle a la vida y enamorarme cada día más de ti,
sabiendo que nunca lo haría de nadie más.

Era la homicida del corazón,
la que vivía en la parálisis de quererte; Que no avanzaba, que no te olvidaba.

Los sueños que post mortem siguen vivos, el desenlace crónico de la que amaba lo que no se dejaba querer.

Era la gente que no puede dormir con la luz apagada, necesitaba verte aunque se me cansara el alma.

La noctámbula que entre bostezos recitaba "Madrid nunca duerme" "Y mi amor por ti tampoco"

Y así era yo, la ilusa por excelencia.

Me acostaba creyéndome Audrey y me despertaba desayunando un café sin diamantes, mientras pensaba "Madrid me mata" " Y mi amor por ti también"

Diario de una adicta a la sopaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora