Capítulo 7 : Despertar

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Los mareos y dolores de cabeza ya parecían haberse vuelto parte de la vida normal de Jack, quien una vez más al abrir los ojos se hallaría en un lugar diferente, y otro lugar al que tampoco tenía idea de como había llegado, estaba recostado sobre una cama supuso, pues sentia una consistencia suave bajo el, pudo haberlo corroborado pero no quería moverse quería seguir viendo aquel hermoso cielo azul que podia ver a traves de un agujero en lo que reconoció como techo de aquella habitación en la que estaba, sentía una suave brisa de aire que por momentos entraba a aquel lugar, empezó a sentir que el cuerpo se le entumecía, asi que decidió levantarse y hacer un reconocimiento del lugar, se levantó lentamente queriendo evitar más jaquecas y lo primero que notó al levantarse fue a 2 perros echados, esto le sorprendió lo suficiente como para quedarse viendolos, el primero era de raza pequeña de pelaje largo, un poco enmarañado de color claro, quien lo observaba con la lengua afuera, se asemejaba a un Shit-zu así que supuso que era de algún cruze con un perro de aquella raza. Luego observó al segundo perro de raza mas grande cuyo pelaje era corto de color negro, con una imponente figura que quizás hubiese atemorizado a otros pero a él no, las personas a veces se dejaban llevar por las apariencias en cuanto a lo desconocido y diferente, pero Alex había aprendido a ver mas alla, y sabía que un perro antes que un animal agresivo era una criatura que podia ser guiada con sentimientos de afectos, y sin pensarlo 2 veces estiró su mano para acariciarlo, el can olfateó su mano y finalmente empujó su cabeza hacia la mano de Alex, y este le correspondió sobándole vigorosamente. Finalmente después de varios días Alex volvía a sentirse tranquilo, no recordaba haberse sentido así hace mucho aunque en realidad no recordaba muchas cosas, pero eso no le pudo importar menoa en ese momento, entonces el segundo perro mas pequeño se acercó y Alex haciendo un esfuerzo estiró su mano para poder acariciar a ambos y así lo hizo durante varios minutos, se sentía feliz así, se sentía feliz ahí, ¿Pero donde estaba?, entonces separo los ojos por un momento de los canes para examinar el lugar, aquel lugar tenia un aspecto rural, era como una choza o una cabaña, hecha de grandres bloques de piedra, aquella habitación no tenía puerta solo un gran agujero que funcionaba como tal, entonces poniendose de pie caminó hacia aquella apertura y la atravesó, al hacer esto llego a otra habitación mas grande que la anterior pero esta tenía 4 aberturas, de las cuales 1 llevaba hacia la habitación donde había estado, otra hacia el exterior, y las últimas 2 no lo sabía, pero en el centro de aquella habitación se hallaba una mesa o al menos algo se asemejaba a una, pues en realidad era una piedra ancha sobre una mas pequeña que la elevaba, sobre aquella mesa habia una jarra con leche y un vaso, su estómago rugió al ver la leche pues tampoco recordaba la última vez que había comido, entonces busco a los alrededores y vio una alacena pequeña, la abrió y encontro pan de molde, lo cogió y se sentó a comer.se había tomado ya casi toda la leche de la Jarra, la cual reconoció como leche de avena y ya iba más de la mitad del pan, el cual supo que era pan de platano, los canes habían permanecido a su lado todo este tiempo, asi que partió el pan sobrante y se los dió en tamaños mas o menos proporcionales a sus tamaños, rapidamente se comieron el pan, entonces Jack soltó un suspiro y de repente empezo a recordar todo lo que le había pasado los últimos días, revivió la frustración, el miedo, la cólera, todo lo que habían dicho, a aquella chica cuya mirada lo embobaba, y luego recordó la conversacion que hubo cuando fingió estar dormido y recordó que dijeron que lo regresarían, ¿Entonces lo habían regresado? ¿Regresado a donde? ¿A donde vivía? ¿A su antigua vida? Se quedo sentado ahí por lo que creyó fueron minutos cuando en realidad ya había pasado una hora, fue ahí cuando se levantó y decidió explorar las otras habitaciones, quizás así podría recordar algo, entonces atravesó uno de los agujeros y llego a una habitación iluminada por un agujero grande en el techo, en aquella habitación había un horno artesanal, seguro ahí se había hecho el pan que comió, se tomo unos minutos en apreciarlo bien y finalmente no pudo reconocerlo, asi que salió de ahí y se dispuso a examinar la última habitación, ingresó con cuidado pues todo estaba a oscuras y sus ojos no reconocían nada, hasta que sus ojos se plantaron en algo en medio de la habitación, una forma ya familiar y unos ojos que una vez más lo atraparon, pero esta vez su atención fue desviada pues Alexandra no solo estaba ahí, sino que trataba de tapar su cuerpo desnudo con sus manos y las prendas que tenía en las manos .

Veo que despertaste -dijo la chica calmadamente.

Fue ahí cuando lo vió, al costado de ella había una cama sobre la cual reposaba Fernando dormido.

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