Olvidando

3-Algo ocurre

Todos los días suelen ser iguales. Puede que a muchos les parezca aburrido. Pero yo ahora no tengo ganas de que pase nada emocionante.

Como cualquier otro día estoy limpiando las mesas después de haber dado la comida. Estoy en la terraza. El viento mueve mi pelo. Me hace sentir viva.

Levanto por un momento la cabeza y veo a un chico de mi edad aproximadamente mirándome. Cuando se da cuenta de que le he visto aparta la mirada. Es un chico moreno con el pelo largo, excesivo para mi gusto; delgado aunque se le nota que hace ejercicio, no parece muy alto. Vuelve a mirar y esta vez ninguno aparta la vista. Tuerce la boca en un intento de sonrisa nerviosa. Yo no le contesto. Bajo la cabeza y sigo mi trabajo. Cuando termino siento la necesidad de mirarle otra vez. Pero él ya se ha ido. No le vuelvo a ver durante todo el día. No se porque pero decido que tengo que encontrarle. Era la primera vez que alguien me sonreía desde mi llegada. Solían mantener la distancia.

Al día siguiente me levanto mucho más temprano de lo habitual. Aprovecho para ir a la playa a correr. Cuando ya me he cansado me siento en la arena.

Pronto descubro a una persona haciendo surf. Pienso que no me vendría nada mal intentarlo algún día. Sigo con la mirada sus movimientos. De repente algo me llama la atención. Estoy segura de que ese chico es el mismo que la tarde anterior vi mientras trabajaba. Me quedo mirando mientras él nada hacia la orilla. Entonces me levanto. Se que me ha visto. Por alguna razón quería que así fuese. No me detengo y me alejo antes de que la alcance.

Cuando entro en el bar mi jefe me dice que he llegado tarde. Yo impresionada miro un reloj colgado en la pared. Era cierto. Me había entretenido viendo surfear a aquel chico. Pidiendo disculpas me pongo el delantal y comienzo mi trabajo.

Esta vez tampoco le volví a ver. Pero yo quiero encontrármelo de nuevo. Así que iré mañana al mismo lugar de la playa donde hoy le encontré.