Maratón 2/5
Así había acabado justo aquí... Caminando sin rumbo, seguida de Seungcheol.
- ¿Qué te propones? - susurre cansada de pelear por hoy.
Sentía la mirada de Seungcheol clavada en mí, pero mis manos eran más importantes ahora.
- Solo... - suspiro y prosiguió - Yo solo... preferiría que estés con Soon a que salgas con ese ****a - soltó. Eso no respondía mi pregunta, pero lo deje pasar.
- ¿Qué tiene Hoshi que Joshua no tenga? - le pregunte una vez más.
- Te quiere - dijo restándole importancia. Levante mi vista y la pose en el - Te quiere de verdad - se encogió de hombros y miro para otro lado. Suspire.
- ¿No crees que yo debería elegir con quién estar y con quién no? - esto se estaba pareciendo a un interrogatorio.
- Me odias ¿cierto? - su cambio de tema me tomo por sorpresa.
¿Lo odiaba? Jo, si solo el supiera.
- ¿Qué? - pregunte, tratando de hacerme la desentendida.
- Me odias, lo sé - Seungcheol bajo su mirada y luego la volvió a levantar, haciendo una extraña mueca con sus labios - ¿Quién es? - me pregunto súbitamente, fruncí el ceño, si no me hacía preguntas completas nunca iba a entender.
- ¿Quién es, quién? - pregunte rodando mis ojos.
- Él chico de... - reviso sus bolsillos y luego... Oh dios, saco un papel - De esto - agito la lista frente a mi cara... mi pálida cara.
- Se-Seungcheol, ¿d-de donde sacaste e-eso? - pregunte con los ojos abiertos como plato, ¡Cómo demonios tenía la lista en sus manos!
- Oh, tú madre me la dio el otro día - se encogió de hombros restándole importancia - No la he leído... ¿Debería hacerlo? - me pregunto con una sonrisa divertida... El color se me fue de todo el cuerpo prácticamente.
- ¡No! - Chille desesperada - Dámela - le exigí, estirando mi mano.
- Lista de imperfecciones, por Jeon ___... - carraspeo y prosiguió leyendo.
Yo quería que la tierra se abriera en ese preciso momento. Qué me tragara.
Y que se llevara la lista conmigo.
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Lista de Imperfecciones [S.Coups] |ADAPTADA|
Fanfiction- ¡Tú eres la única culpable de que yo haga esto! - espeto con voz contenida, agitando el maltratado papel que tenía entre sus manos desenfrenadamente. - ¿Yo? ¿Por qué? - pregunte incrédula, viendo como sus manos se crispaban más y más. Estaba asus...