Encadenado - Justin Bieber

Capitulo 5

                  

Justin Bieber POV'S

Convivir con Caroline era —en términos básicos— demasiado extraño, podría decirse que nosotros ya hemos estado en situaciones iguales juntos, en su casa de California éramos capaces de quedarnos hasta dos meses juntos y no causábamos ningún problema. En ese entonces éramos novios, pero actualmente no estamos ni a un paso de eso, estamos entre la delgada línea de ser amigos con ser conocidos. Luego de que ella haya confesado que de verdad sentía todo aquello que había hecho y de haber aceptado mis condiciones, se encontraba mucho más callada y sometida profundamente a sus mas íntimos pensamientos. Me preguntaba que estaba planeando en esa inteligente cabeza suya, me encogí de hombros internamente y seguí ordenando la sala de estar que por el momento era mi habitación. Por supuesto que Caroline no dormiría conmigo, absolutamente no, le había cedido mi cama por educación ya que a pesar de todo ella es una mujer y no dejaría jamás que duerma en este incomodo sillón. Termine de poner los cojines color burdeos y la fina manta beige sobre este y un delicioso aroma que venía de la cocina inundo mis fosas nasales haciendo que mi estomago lanzara un gran rugido.

— Te he dicho que no hace falta que cocines siempre —dije apoyando mi espalda baja en una de las mesadas negra.

Su cuerpo se exalto al sentir mi voz y dio media vuelta para quedar frente a mi— Y yo te he dicho que no es nada, me encanta cocinar, lo sabes— hizo una mueca de lado, siguiendo con su tarea.

— Pero podríamos haber pedido una pizza o podría haber cocinado yo —me acerque hasta donde se encontraba y husmee que era lo que estaba preparando.

— Oh vamos Justin —soltó una carcajada— siquiera tú comes la comida que preparas —dijo bromeando— además ya termino.

Fruncí mi ceño yendo hacia una de las cajoneras y tomar el mantel, no cocino tan mal. Puse la tela encima de la superficie de la mesa de vidrio, luego cogí dos vasos de la encimera más cercana colocando uno enfrente del otro, sentí detrás mío como Caroline traía los platos junto sus respectivos cubiertos y abrí la heladera examinándola.

— Maldición, olvide que ya no había nada para beber —solté de repente— iré a comprar, si quieres puedes ir comiend... —me interrumpió.

— Salí esta mañana a comprar lo que faltaba Justin, la gaseosa se encuentra en el refrigerador —mordió su labio yendo hacia está sacando lo dicho anteriormente.

— Oh —toque mi nuca avergonzado— bueno gracias, supongo —comente tomando asiento.

— Siempre fuiste un poco despistado —susurro sirviendo la pasta en nuestros platos, que de hecho se veía genial.

Reí entre dientes y enrolle un poco de espagueti en mi tenedor — Es verdad, siempre lo he sido —lo lleve a mi boca saboreándolo— esta delicioso —señale mi plato y ella solo me dedico una sonrisa.

Fue bastante agradable almorzar junto a ella, quiero decir sacando las diferencias que teníamos ella siempre fue una persona divertida y atenta, ningún detalle se le pasaba por desapercibido. Igualmente la idea de que ella quiera hacer todos los deberes de la casa me molestaba, me hacía sentir como si yo no fuera capaz de hacer todo eso, tal vez cocinar no se me dé muy bien pero si ordenar y hacer recados. A lo que me refiero es que, de ahora en más ella si viviría conmigo, por lo tanto este también es su departamento pero no dejaba de ser una invitada.

Me había comentado que realizo un curso de cocina en California, que no pudo terminarlo pero sin embargo aprendió muchísimo los pocos meses que asistió. Recordamos viejos tiempos, debo admitir que eran bastantes graciosos y vergonzosos. Las horas se pasaron volando y no las habíamos sentido pasar, recogimos todo y nos sentamos a descansar en el sofá.