Capítulo 2

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Subaru no podía comer con esos ojos rojos oscuros fijos en él, como dos dagas filosas. Se puso nervioso, haciendo que sus movimientos fueran torpes, y empezara a tartamudear cosas cuando sintió la mirada de todos en él.

Cuando iba a comer su sopa, dejó con brusquedad la cuchara en el plato, con el rostro colorado del sonrojo.

— ¡Ya d-deja de mi-mirarme! —tartamudeo, y medio gritó a la rubia, que soltó una risa en voz baja.

Ella sin duda lo disfrutaba ver nervioso, y Subaru lo sabía. Reiji se acomodó los lentes con un gesto elegante propio de él, frunció el ceño y fijo sus ojos color vino en el menor de todos los hermanos.

—Subaru, deja de gritar, es de mala educación. —le reprocho, como una madre regañaría a su hijo cuando este rompiera alguna cosa de alto valor.

— ¡P-pero...! —chilló con al rostro aun colorado.

Kanato acercó su boca a la oreja de Teddy, con sus ojos violetas fijos en el albino y una sonrisa infantil en su rostro.

—¿No crees que Subaru-kun se comporta infantil mente? —le susurró a su osito.

Subaru quiso corregirlo, pues el que se comportaba como un niño era el de ojos violetas, pero se quedó callado, con el rostro sonrojado e intentó contenerse de decir groserías no aptas para niños menores de diez años.

—Ahora come en silencio, y no hagas un escándalo. —ordenó Reiji.

Se contuvo de decirle una grosería de las peores que sabía decir, y comió su sopa en silencio, sonrojándose cada vez más cuando por inercia miraba a la rubia. 

Cuando terminó, salió rápidamente y tropezándose con sus propios pies del comedor, ignorando lo que murmuro Reiji -'Que falta de modales'- y entró a su habitación, pues había escuchado unos pasos delicados siguiéndole el paso.

*** 

Subaru se removió incomodo, sus sueños se nublaron poco a poco, y sintió como estaba apretando algo redondo, suave y grande. Siguió apretando intentando descifrar que era, hasta que escucho unos suaves gemidos. Apretó fuertemente esa cosa suave, y abrió sus ojos.

Shinka -al igual que él- estaba sonrojada, sus ojos cerrados y su boca entre abierta. Entonces, Subaru miró su mano y supo lo que estaba apretando y era blandito y suave...., ¡le estaba apretando un seno a Shinka!

Subaru nunca había tocado uno, y se pregunto a sí mismo si cuando le pegaran en ellos les dolerían. Cuando supo que aun estaba apretando el seno, lo soltó rápidamente y Shinka dejo de gemir para abrir sus ojos -ojos cuales estaban brillosos- y le sonrió mientras se acercaba más a él.

  — ¿Qué hac--?—Subaru no pudo terminar su pregunta, cuando Shinka le había puesto sus dos pálidas manos en sus pechos, haciendo que el rostro del albino se sonroje aun más.

Nunca había tocado uno, y se dejo llevar con la sensación de tocar y manosearlo. 

Simplemente se dejo llevar por la nueva sensación que le provocaba.

Perverted. ✾ Subaru SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora