Perverted. ✾ Subaru Sakamaki

Capítulo 4

Subaru no supo cuando, pero de un segundo a otro estaba acorralado contra la pared, con el rostro colorado y delante de él una rubia con una mirada llena de perversión.

- Oh~ Subaru-kun, no sabes lo que quiero hacer contigo~-. gimoteó la rubia, como si estuviera pensando en todas las cosas sucias que podría hacer con él.

- N-no lo quiero saber. - gruñó como pudo el albino. Ella dejo de mirar a la nada y fijo esos ojos rojos deseosos en él.

-Que pena... - murmuró por lo bajo, dejo de acorralar a Subaru y se saco el chaleco del instituto, debajo de este, llevaba una camisa ajustada perfectamente a su cintura y sus grandes pechos. Subaru se sonrojó y apretó sus puños.

Se acercó a él con suavidad, suspirando con tono calmado y puso su cabeza en el pecho del albino. Este tembló, pues los pechos de Shinka estaban contra su torso.

- Y-ya deja de mo-molestarme. - farfulló Subaru, Shinka rió y tomó las manos del albino, colocandolos en sus grandes senos. Hizo que Subaru los apretara, aumentando el sonrojo de este.

Subaru se apartó de ella, haciendo que esta frunciera el ceño y se colocara su chaleco.

-¿Qué te sucede, Subaru-kun~?. - preguntó. Subaru la agarró de la mano, arrastrándola hasta la salida del instituto y caminando con ella para la mansión.

- Cállate y camina. - ordeno en voz baja, sin darse cuenta, empezó apretar la mano de Shinka.

¿Qué hubiera pasado si Shinka se hubiera fijado en otro?, Subaru no lo sabía, pero pensar en eso hacía que sintiera un mal sabor en su boca y ganas de golpear algo, o romper un muro. Se sorprendió un poco al haber pensando que golpear a uno de sus hermanos si algo de eso hubiera ocurrido.

- Subaru-kun..., me due-duele. - gimoteo la rubia, Subaru la miró y dejó de apretar su mano con fuerza, pero aun la tenía de la mano firmemente.

-Dime, ¿a quién más encuentras atractivos?. - preguntó el albino.

- ¿Atractivo? - murmuró ella, su rostro se puso colorado y sus ojos brillaron- Shuu-san...

Ahora Subaru tenía ganas de golpear a su hermano favorito.

- ¿A quién más?

- Reiji-san....

Ahora a Reiji.

- ¿A quién más?

- En realidad... todos son guapos. - se encogió de hombros la rubia- , ¿por qué la pregunta, Subaru-kun?

- Tsk, nada en especial. - murmuró el albino.

El camino se hizo silencioso, solo se podía escuchar sus pasos y cuando Subaru murmuraba maldiciones a la nada. De vez en cuando, Shinka le apretaba cariñosamente la mano, haciendo que este se sonrojara, pero no aparto su mano.

Extrañamente, se sintió bien estar así con ella. Como si fueran una pareja normal. Sin que nadie les dijera que hacer y como si fueran ellos dos solos.

Se puso colorado cuando Shinka tuvo frío y tuvo que pasarle su chaqueta, haciendo que ella le besara su mejilla, después de eso, Subaru volvió agarrar de la mano de la rubia firmemente y siguieron caminando.

Subaru se sorprendió por segunda vez en el día, pensando que estar con ella no era tan malo.