-Cuida a tu hermana –me dijo mi madre antes de irse de casa hace cinco años. El mundo, para ese entonces, recién comenzaba a desmoronarse y a nadie se le ocurría pensar el escenario que hoy la raza humana vive.
Mi madre era doctora. Trabaja para el hospital de la ciudad, uno de los más prestigiosos del país. Era de noche, lo recuerdo bien. Yo tenía doce años y mi hermana, cinco. Con ella, mirábamos el televisor, el típico programa para niños donde vencen al malo y ganan los buenos.
En eso, suena el teléfono. Y mi madre lo contesta. Ella no emite palabra, estaba quieta con cara de sorpresa y consternación.
-Dios –susurró mientras colgaba –comenzó un año antes.
Mamá corre hacia la cocina, donde dejaba las llaves del auto y se acercó a nosotros.
-Mami se tiene que ir, –le dijo a mi hermana –volveré para el almuerzo mañana. John, te dejo a cargo. ¿Crees poder hacer la carne?
-Sí, mamá –contesté un poco confundido -¿Dónde vas?
-Surgió algo en el hospital, un paciente accidentado. Lo usual. –me contestó –Entonces, harás la carne, ¿cierto? Debo correr.
Besó la cabeza de mi hermana y luego la mía. Abrió la puerta de la casa y antes de irse nos vio por última vez con una sonrisa.
-Cuida a tu hermana, John. –me dijo, y cerró la puerta.
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Sin Nombre..AUN
FantascienzaUna historia vista desde dos perspectivas temporales narrada desde el punto de vista de John, nuestro Protagonista.