I

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Woohyun está a punto de ir al gimnasio cuando recibe la llamada.

Casi son las 7 de la tarde. Sólo contesta porque leyó el nombre en la pantalla de su iPhone antes de que dejara de sonar.

Esta es probablemente la primera vez que Sungyeol lo llama voluntariamente en meses, y no es para felicitarlo por su cumpleaños.

"¿Estás ocupado?" Sungyeol está hablando muy rápido, y Woohyun por poco no entiende lo que dice.
Acompañado por el ruido de los autos en el fondo, casi puede escuchar pánico en su voz.

"No, pero estaba a punto de ir al gimnas-"

"Excelente. Quédate en casa, estaré ahí en 5." Y con eso, Sungyeol corta.

Woohyun aleja el celular de su oído.

¿A las 5 de la tarde? Eso fue hace mucho. Tal vez Sungyeol finalmente se volvió loco. O tal vez se refería a las 5 de la mañana.

Woohyun se rasca la cabeza, mirando alrededor de la cocina.

Probablemente se refería a dentro de 5 minutos más. Antes solían abreviar el tiempo de esa forma cuando estaban en los dormitorios. Como si siempre les faltara tiempo, siempre apurándose para salir a algún lado, sin siquiera poder terminar la oración. Es irónico lo melancólico que esos pequeños hábitos lo hacen sentir ahora.

Woohyun suspira, reconociendo que su departamento se veía tan sucio como vacío; no es el lugar perfecto para recibir visita.

Se levanta, intenta tirar botellas vacías de cerveza y bebidas energéticas de las que compró en la tienda de la planta baja de su edificio, pero después decide que Sungyeol ya lo ha visto todo, para bien o para mal, y decide cualquier intento de recoger en favor de hacerse un té.

Mientras lo hace, se le viene a la mente que Sungyeol prefiera café. Aunque no lo ha visto en un tiempo; puede que Sungyeol haya decidido dejarlo.

Pero lo que llega a su puerta 7 minutos después (2 minutos tarde), no es solamente Sungyeol.

Bueno... si es Sungyeol, con el cabello hecho un desastre, lentes sobre su nariz y playera holgada sobre sus jeans. Trae una bolsa grande colgada de un hombro, adornada con unicornios, y en sus brazos, una criatura.

Es un bebé, no mayor de cinco años probablemente.

Woohyun no es bueno con los bebés así que no está seguro del todo. Tal vez tenga un año, incluso.

- ¡Hey! - los hombros de Sungyeol se desploman una vez que ven su rostro, y entra al departamento en unos cuantos pasos. Woohyun había olvidado que tan alto era en realidad, y lo molestas que eran sus piernas largas, pero esos pensamientos abandonan su mente rápidamente porque le preocupa más el bebé en los brazos de Sungyeol.

El bebé está frunciendo el ceño.

Parece molesto.

No, más bien, parece un pequeño y molesto Myungsoo.

- ¿Acaso... acaso encogiste a Myungsoo?

Sungyeol deja caer la bolsa y pone los ojos en blanco.

- No seas estúpido. Es Mookyul.

- Oh.

Woohyun mira como Sungyeol baja al bebé. El pequeño se estabiliza sobre sus propias piernas, sólo para esconderse detrás de los jeans de Sungyeol, espiando a Woohyun desde ahí.

Después de que Myungsoo terminó su servicio militar, desapareció más o menos por un año. Dijo que tomó un viaje alrededor del mundo para despejar su cabeza o alguna excusa de Myungsoo, pero cuando volvió -aparte de traer más equipo de fotografía del que llevó- traía un hijo.

Uncle small eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora