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Woohyun despierta al día siguiente con un nuevo propósito.

Tal vez 'despierta' es estar exagerando, porque apenas ha dormido.

Trata de dormir la noche entera, y de vez en cuando cierra los ojos por 15 minutos más o menos, pero a cada rato da un brinco o patea la sábana para quitársela, molesto con ella. En algún punto, sólo se sienta en el balcón, mordiéndose las uñas, a pesar de que está bastante congelante la temperatura afuera a esas horas de la noche. Mira las luces de la ciudad y los autos que pasan, las ventanas que se oscurecen una por una hasta que no queda nada más que una encendida.

Pero de alguna manera después del amanecer, se siente más enfocado e inspirado a cambiar su vida.

Porque Sunggyu cambió su vida.

Dejó todas sus cosas aquí, todos sus estúpidos sombreros y estúpidos pantalones y sus aburridos libros, dejó todos esos aquí, pero nunca regresó por ellos. Él nunca planeó regresar siquiera.

Así que Woohyun pone una bolsa en medio de la habitación y pone todo lo que llegó a pertenecer a Sunggyu dentro de ella; cuando una bolsa no es suficiente, encuentra otra, y otra más para la estúpida colección de CDs a la que Sunggyu le tenía tanto afecto.

Arrastra las tres bolsas al basurero debajo de su edificio, y se siente realizado por cinco segundos antes de sumergirse por ellas.

Le toma tres intentos y una alarmada viejecita para finalmente forzarlo a salir de ahí sin las bolsas.

Esa noche duerme incluso menos, si eso es posible.

Su apartamento se siente aún más vacío, y Woohyun entiende que se siente vacío porque nadie vive en él.

Es un fantasma de su propia existencia.

La última vez que lloró de la manera en la que llora este día, fue cuando fue descargado del ejército.

El siguiente día decide que debería deshacerse de todo lo que le recuerde a Sunggyu, pero al comenzar, entiende que debería deshacerse del apartamento entero; el sofá es el sofá en el que veían la TV mientras se besaban y tocaban, la cocina es la cocina en la que Woohyun preparaba comida para él y la cocina en la que se sentaba y escuchaba como Sunggyu se quejaba del sabor pero comía todas y cada una de las cosas en el plato, incluso la cama, la cama era la cama en donde hacían el amor.

Y mientras más piensa en él, más recuerda, como si hubiera estado reprimiendo todos esos recuerdos en una caja cerrada con llave dentro de su cabeza, esperando a que Sunggyu llegara con la llave.

Sunggyu estuvo ahí.

Por el tiempo más largo, estuvo ahí.

No podía señalar con precisión el momento exacto en el que se enamoró de Sunggyu, pero fue probablemente alrededor de los días de trainee.

Ser un líder no le venía fácilmente a Sunggyu. No era muy mandón para empezar, tenía que entrar en el disfraz de autoridad todos los días para poder controlar al montón de ellos.

A Woohyun no le gustaba ser controlado.

Tuvieron un comienzo duro.

Pero Woohyun lo encontró sencillo entrar y dejar una impresión en Sunggyu.

Sunggyu apreciaba las mismas pequeñas cosas que Woohyun apreciaba. La personalidad de Sunggyu era linda ante sus ojos, y Woohyun sabía qué botones debía presionar y las palabas exactas que tenía que decir para obtener una reacción. Sunggyu tenía favoritismo con él, incluso si Woohyun le dirigía un malicioso comentario de vez en cuando, y le gustaba eso. Sunggyu era fácil de leer, así de simple. Para él, los otros lo encontraban difícil. Había esta magia cuando cantaban juntos, esa magia que comparten cuando los dos cantan juntos. Es como si estuvieran conectados de alguna forma. Siendo arrojados juntos en un gran y oscuro abismo, incluso en ese momento, en la oscuridad, eran capaces de encontrarse uno al otro.

Uncle small eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora