III

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A la mañana siguiente, después de la llamada de Mookyul, Woohyun va a cortarse el cabello.

Pero no es tan simple como parece.

Baja al pequeño centro comercial en la planta baja del edificio, pero luego vuelve a subir, convenciéndose de que no necesita un corte de cabello. Está perfectamente bien sin un corte. Se ve asombroso.

Pero el peludo pie grande del espejo no está de acuerdo con él, así que baja nuevamente al pequeño centro comercial, y localiza el salón de belleza.

En un inicio, cuando recién habían comprado el departamento, ese salón de belleza era de los más populares, pero ahora sólo se veía pequeño y mal pagado, con fotos de celebridades que fueron a cortarse el cabello hace tanto tiempo que sólo acumulaban polvo en las paredes. Hay una señora que también vino a arreglarse el cabello, sentada en una esquina lejos de él.

Las estilistas parecen reconocerlo, pero no hacen escándalo alguno al ver su mala apariencia o mencionando su identidad. Tal vez porque no les importa, o puede ser que no recuerden a qué grupo pertenecía.

Woohyun recuerda que en ese entonces habían más grupos de k-pop que chocolates en una dulcería, todos intentando sobresalir de entre los demás. Algunos no lo lograban, otros sí.

INFINITE tuvo suerte. Eso es lo que el CEO decía a veces; no fue su sincronización del 99.99% que los llevó a donde estaban... fue un 99.99% de trabajo duro y 0.01% de buena suerte. Empezaron desde abajo y subieron a la cima usando sus codos, manos y piernas, mordiendo, rasguñando y peleando a lo largo de todo el camino.

Le da libertad a la estilista con su cabello, y ella promete saber justo el camino adecuado. Pero una vez termina, Woohyun está sentado ahí, a sus 34 años, con cabellos color morado profundo y flequillo.

Mira con horror a la mujer.

- ¡Es como tu corte de TOHEART! Mi mejor amiga solía bailar todo el tiempo esa canción de 'Come on girl, i'ts so delicious' sin parar.

Se mira nuevamente al espejo y decide que al menos parece menos un mono y más un humano, pero al llegar a su departamento, lo odia de inmediato.

Ya no es un chico, menos un idol.

Es un viejo en sus treinta, debería raparse, tener una barba y una pansa de cerveza.

Y una playera manchada de grasa por todos los fideos que come.

Ese es quien es.

Es un don nadie.

Incluso si una chica termina calentando su cama, se irá a la mañana siguiente.

No es el oppa que ellas recordaban.

Y su departamento no se ve tan extravagante como cuando recién lo compró. Los muebles son viejos, e incluso la chica que va a limpiar parece más interesada en hacer su trabajo que en escucharlo hablar.

Aparte, la mayoría de las chicas -solía tener fansites que lo perseguían a todos lados como locas ¡maldita sea!- que solían amarlo incondicionalmente, ya están casadas y con hijos.

El salón de belleza ya está cerrado para cuando decide que no puede tolerar su corte de cabello ni un minuto mas, y para cuando decide hacer una cita en cualquier otro lugar, no hay nada disponible, y mañana ya es el día que tiene que ir a la estúpida fiesta de cumpleaños.

Decide que no irá.

Camina de un lado a otro en la habitación.

Llama a Dongwoo para que lo consuele.

Uncle small eyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora