Un día decidí revisar mis correos, pues tenía mucho tiempo que no lo hacia por miedo a encontrarme a ella en línea. Estuve bastante rato frente al monitor y todo bien, cuando decidí levantarme, apareció una ventanilla que avisaba que "ella" había iniciado sesión.
Mi corazón comenzó a latir tan fuerte como aquella vez que lo conocí. Traté de mantener la calma pero el dolor aparecía nuevamente, si bien es cierto yo puse fin a nuestra relación, pero no porque quería, si no porque no aspiraba a sufrir más, esperé unos segundos y nuevamente una ventanilla se abrió.
Era ella, me estaba hablando. No se había olvidado de mí... Mi corazón comenzó a tranquilizarse, y hablamos como buenos amigos. Hasta que sentí que no pude más, comencé a hablarle acerca de nosotros, con lágrimas en mis ojos solo pude decirle que lo extrañaba y que aunque intentaba olvidar, no podía hacerlo...
Pensé que no quería hablar sobre el tema, tardó mucho en responder hasta que por fin pude ver su respuesta, con mucho miedo comencé a leer, sus palabras realmente le daban alivio a mi corazón, en esas líneas pude descubrir que el me extrañaba tanto o más que yo a ella.
Y que me quería más de lo que yo podía imaginar. Felizmente comencé a ver el sol, mis días grises comenzaban a tomar su color. Si, todo estaba mucho mejor. Me toco viajar a visitar a mi familia, eso significaba que la vería en cualquier momento.
El fin de semana se hizo largo y triste cuando me di cuenta que casi terminaba mi estadía y no había podido verla. Lunes 3:30pm: Arreglaba mis cosas para volver a casa. Mi celular avisaba que tenía un mensaje nuevo, al ver que era de el una sonrisa se dibujo en mi rostro.