Capítulo 1

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Capítulo 1 Aquí, comenzando denuevo


Me sentía triste y sobre todo perdida. ¿Cómo era posible que mi vida hubiera cambiado tanto? Yo que siempre tenía una linda sonrisa para todos, yo que lo tenía todo: una linda casa, un lindo auto, pero sobre todo una hermosa familia que siempre estaba ahí para apoyarme, pero que ahora no la quería cerca, porque no quería lastimarlas más de lo que ya lo había hecho.

Sabía muy bien quién había ocasionado todo, quien era la responsable de que mi vida cambiara tanto. Por mucho tiempo, pensé que la culpa era de 'esa' a la que durante años llamé amiga y que sin darme cuenta poco a poco se robó mi corazón. Mi confidente y sobre todo la persona que con tan solo una palabra podía destruirme... Y sin duda lo había hecho. Y es que la palabra traición se había inventado para esas cabronas que se decían nuestras amigas y que en realidad no lo eran.

¿Cómo permití que las palabras de una sola persona alterara de tal manera mi forma de ser, mi mundo, mi vida?

Pero no, por más que pudiera culparla, intentar odiarla, echarle la culpa de todos y cada uno de mis problemas, no podía, por que la culpa era mía yo era la que había confiado en ella cuando todos los demás me decían que no lo hiciera, que me utilizaba y eso era algo que no podía perdonarme. No podía creer lo ciega que había estado y lo mucho que había dado por alguien que no valía la pena. Y nadie nunca más volvería a tener ese efecto sobre mí, nadie volvería a ser tan cercana como para lastimarme.

Como buena mujer cuando se siente herida exige un cambio físico, uno en el que sienta que es alguien nuevo y renovado y no fui la excepción. Para empezar me pinté el cabello de rubio a negro con mechones rojos, verdes, morados y creo que incluso tenia uno amarillo, pero después decidí que los colores hacían que llamara más la atención y era lo que menos quería en ese momento por lo que me las quité dejando mi cabello de color negro que hacía que mis ojos azules resaltaran muchísimo. Al mismo tiempo dejé de usar cualquier prenda de color para sustituirla por el negro. Luego vino mi actitud, de afable a seca.

Me empecé a alejar de las personas que se interesaban por mí. Cambié tanto mi actitud que mis amigos tenían miedo de mis reacciones y mi familia de mis crueles comentarios. Pero algo en lo que nunca pensé fue en la soledad y es que 'Soledad' es una palabra tan común y que al mismo tiempo engloba mucho dolor. Tan simple y compleja a la vez, y es que puedes estar en soledad sin nadie alrededor y sentir que estás acompañada, pero luego puedes estar rodeada de miles de personas y sentirte muy sola. Y así me encontraba antes de dejar mi hogar.

Pensé que alejando a todos iba a superar mi problema, que sin ayuda lo lograría, pero solo fui hundiéndome poco a poco en mi dolor. Estaba destruida y necesitaba ayuda, pero mi orgullo era tal que me lo impedía.

Siempre que intentamos ser alguien que no somos nuestra nueva actitud termina por aplastarnos y eso me pasó.

–Me voy – Tomé mi bolso con la intención de salir una noche más.

–¡No vas a ir!– Su agarre me lo impidió, me sentía enojada, no con ella, no con nadie en específico, pero me sentía sumamente molesta.

–No te estoy pidiendo permiso–

–Harás lo que te digo–

–No, no tengo porque obedecerte–

–Soy tu madre y...–

–Tú no eres nada mío– Estaba más que furiosa y no medí mis palabras, simplemente no pude detenerlas.

–¡¿Qué?!–

Seras túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora