Capítulo 8

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Capítulo 8 Te extraño

Dos horas, dos horas son las que llevo con este apestoso líquido en mi cabeza que según Sebastián me va a devolver mi rubio cabello. Este era el plan que mami me había propuesto; regresar a mi verdadero yo. Pero aún no lo entiendo por completo.

–Y entonces le dije; Tomi, amor mío, si no te depilas esa espalda, te juro que te la afeitare mientras duermes, porque si hubiera querido dormir con una alfombra, dormiría en el suelo– Así es, dos horas oliendo un químico que de seguro ya mató mi última neurona lo peor es que tengo que escuchar la terrible y sufrida vida de Sebastián. Busqué la mirada de mi mami a través del espejo y pude reconocer su sonrisa artificial, esa que solo usa cuando trata de ser amable pero bien sabemos que no le interesa en absoluto el tema que se está tratando –Y como no puede dormir sin mí, al otro día llegó todo bien depilado y con ramo enorme con rosas ¿Puedes creerlo cariño? El piensa que va a encontrar a otro tan bueno como yo, pero apenas y lo amenazo se le quita lo macho– ¡Dios mío! Si hubiera sabido la tortura no acepto la idea de mi mami. Solo treinta minutos más, solo eso –Bueno cariño, pues hice lo mejor que pude, es muy difícil volver a tu color natural pero creo que esto es lo que más se acerca ¿Tú qué opinas Sam?–

–Yo digo que eres un maestro Sebastián– Mi madre me sonrió. Me fijé en mi nuevo look y pude ver que mi nuevo corte de cabello cubría mi herida, mami fue muy específica en eso, que se tuviera mucho cuidado con ella y que no se tiñera. Pero Sebastián que es un profecional logro disimular muy bien esa parte cortando todo el cabello y cubriéndolo con el cabello ahora teñido. Me gusta como se ve, ese toque de chica rebelde y bueno por supuesto estaba el color rubio cenizo que a mi parecer era perfecto –¿Te gusta Lizie?–

–Me encanta mamá... ¿Crees que a ella le guste?–

–Amor, solo estamos cambiando tú exterior pero recuerda que lo más importante es lo que tenemos aquí adentro– Y puso una mano en su pecho.

–¿Entonces porque el cambio?–

–¿Acaso no querías hacerlo?–

–Bueno...– Me miré en el espejo y pasé mi mano por mi cabello– Es como si fuera de nuevo la de antes–

–¿Y te sientes igual?–

No, definitivamente no –No, me siento mejor– Una sonrisa apareció en el rostro de mi mami.

–Eso es lo que buscamos Amor, ser mejores cada día y al volver con tu apariencia de antes no es retroceder, es avanzar y demostrar que lo pasado ha sido superado, que no te esconderás más y que has encontrado el camino por donde quieres seguir siendo tú– Le sonreí a mi mami y de nuevo me miré en el espejo –Te pareces a mi cuando era más joven–

–Aun eres joven mami–

–Los años no pasan de en balde amor–

–Pero que dices mami si estas súper guapa ¿O no Sebastián?–

–Me consta, te envidio cariño, estas hermosísima mi Sam. Años de conocerte y estas igualita, aún recuerdo cuando tú y la bella Danielle entraron la primera vez por esa puerta, casi me da un infarto, por Dios la diosa de las pasarelas en este humilde establecimiento–

–Yo ya no era modelo entonces–

–Para mí siempre lo seguirás siendo corazón, ooh ese día fue memorable, que recuerdos y volviendo al tema de tu hermosura querida sé que aun traes loca a la gruñona de tu mujer–

–¡Sebastián!– Vi a mi mami sonrojarse.

–Ay no me digas que Alex anda por aquí, recuerdo esa mirada asesina cuando dije que si yo fuera hetero iría tras de ti...–

Seras túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora