Una semana, siete días, ciento sesenta y ocho horas, y no se cuantos minutos y segundos, el punto que hace una semana que no hablamos, hace una semana que termina(ste)mos todo.
Te adoro como nunca adoré a nadie, y si, en presente porque, bueno, no se supera a tu primer amor en una semana, creo que tampoco en un par de meses, pero voy a intentarlo.
Me rompiste el corazón, aún así cada una de las piezas siguen latiendo por ti, pero debo y quiero ser feliz de nuevo, quiero aprender a ser feliz sin esperar un lindo texto, a ser feliz sin esperar detalles tuyos, debo ser feliz sin esperar nada, como lo era antes.
Prometo solemnemente tratar de ocupar mi mente y pensar lo menos en ti. Ha pasado una semana, y ni siquiera has intentado comunicarte conmigo, porque cariño, el día tiene 24 horas, 1,440 minutos exactamente, y un mensaje no tarda ni un minuto en mandarse, así que si no me has hablado es porque no has querido.
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El último adiós. // short history // terminada
De TodoNos habíamos despedido tantas veces que cuando te dije el último adiós ya no se sentía tan mal.