épocas

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Hay épocas en los que la vida da un giro repentino de trescientos sesenta grados, y que desde ese momento nada vuelve a ser lo que era por el simple hecho de que no puedo estar sin ti. Tú y yo nos volvimos dos desconocidos que se conocieron e hicieron daño. No preguntes porqué, pero sabia que este día tenía que llegar, porque lo bueno dura poco. Sabía que iba a ser uno de los días en los que la tormenta se iba a someter a lanzarme rayos hasta destruirme, no sé si me explico. Cuando tienes la vista dañada y ves todo turbio, las cosas empiezan a afectarte más de la cuenta. Y lo nuestro me afectó, pero no de cualquier manera, me vació por completo, porque eras la única persona capaz de llenar ese pozo sin fondo que era yo.
Y te hubiese dicho que te seguía pensando cada noche y cada día, que me dejastes tantos ojalás en mano que no sabía que hacer con ellos, que todavía te quiero, pero decírtelo no cambiaría nada, porque todo se había perdido. Todo, que se dice tan rápido y tan pronto como lo que tardo en consumirse lo nuestro. Y todavía me acuerdo cuando me decías que tuviera cuidado, que eras como un abismo y yo tenía tendencia a caer. Desde ese momento solo sé que hay cicatrices que ni el tiempo logrará cerrar del todo, y con un simple roce, quemarán... Seguirán haciendo que nos brillen los ojos, y no precisamente de felicidad, pero que más da. A nadie le importa que siga en este sin vivir, en no saber que hacer, si desangrarme un poco más con la esperanza de que vuelvas o poner un punto y final. Quizás nos hace falta una persona que sepa valorarnos, que aún sabiendo todos los errores que hemos cometido en el pasado no te juzgue, que cuando note que estás mal te diga que se quedará contigo, que nos recuerde que los defectos nos hacen mejor persona, que estamos más guapas sin maquillar y despeinadas, que te diga que te va a querer cuando tú ya no tengas fuerza para hacerlo, que tenga esos pequeños detalles que todos necesitamos cuando nos sentimos solos. Que te dé lo que alguien en su día no supo darte aún sabiendo que tú serías capaz de mover cielo y tierra con tal de sacarle la más mínima sonrisa.

SensaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora