Capitulo 2

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Al día siguiente me di un refrescante baño. Al salir me lleve las pocas cosas que tenía y me fui del lugar sin pagar el alquiler. Después de todo, jamás me volverán a ver por ahí. 

Camine hasta llegar a un callejón sin salida, donde había recibido una de mis peores palizas y al recordar todo lo ocurrido no pude evitar llorar. Me dejé caer junto a la basura y abracé mis rodillas sollozando, no puedo creer lo débil que soy... Extraño a mi mamá... Extraño a la única familia que tenía.

-¿Qué haces niña?- Dijo un hombre.

-Por favor no me golpee.

No quería ni siquiera mirarlo por el miedo que sentía, podría jugar que sonreía.

-No te golpearé y puedo darte una mejor vida, una mejor que pasar de llantos y callejones, puedo darte una familia. ¿Aceptas? 

Levante la mirada para notar que el hombre extendía su mano hacía mi.

-Sí.

La verdad no pensé bien mi situación como siempre lo hago, pero me deje llevar por esa sonrisa en su cara. Extendí mi mano para tomar la del hombre y así pararme.

-Es bueno escuchar eso niña, sígueme.

Obedecí lo que me dijo y lo seguí.

-Pues verás, hay una chica que no debe existir o destruirá nuestro mundo tal y como lo conocemos. Esa chica es muy inestable en este momento y nuestro deber es asesinarla, lastimosamente esta siendo protegida por poderosas personas. Debemos destruirlos a toda costa. ¿Entiendes?. Ella ahora debe tener unos 8 años, tu, ¿Cuantos años tienes?

-12 años.

-Eres joven. ¿Como te llamas?

-Nataly.

-Mira Nataly en nuestro hogar las mujeres se quedan cocinando y a lavar porque eso es seguro para ellas.

-Yo quiero pelear por lo que debo obtener.

-Así se habla niña, desde ahora serás... Nazareth.

-Pero soy sombra- dijo avergonzada.

-Eso es aun mejor, ¿De que te avergüenzas?

-Siempre me dijeron que era malo.

-Eso eso es muy erróneo, somos una de las razas mas temidas, te hacen creer lo contrario, te quieren hacer sentir inferior.

-Entonces... ¿Yo puedo ser igual que los de luz?

-Claro que no, ¡seras mucho mejor! Ya lo veras.

-¿En serio crees eso?- dijo emocionada.

-¡Claro! ¿Sabes que? Iremos ahora mismo a comprarte ropa. Se supone que eres un chico ¿Recuerdas? Hay que hacer tu cambio antes de ir a casa o Laura pondrá muchos objeciones por el hecho de que hagas cosas según ella muy peligrosas.

Reí levemente por el comentario que él hizo.

-Claro señor.

-Por cierto niña, soy Leonardo.

-De todos modos le diré señor.

-Me gusta tu formalidad- sonrió el hombre.

Y así lo acompañé, hace mucho no tenía la oportunidad de comprarme algo, es muy divertido caminar por las calles sin que se burlen de mi o que me golpeen. Me gustaría matar a todos los que me hicieron esto... 

-¿En que piensas?

-Oh, nada, sólo pensaba en algunas cosas de las cuales quiero deshacerme.

Me miró y sonrió.

-Vaya, pues tendrás mucho que hacer si quieres deshacerte de tanta gente.

-¿Cómo lo supiste?

-Conozco esas expresiones linda.

Entramos a una peluquería y me cortaron mejor el cabello y así transcurrió mi día, el mejor día que no había tenido en años. Me sentía increíble. 

-¿Aquí es señor?- decía la chica la cual estaba completamente transformada y su rostro no se podía ver bien ya que estaba cabizbaja.

-No hables, no sabes hacer una voz similar a la de un chico y te descubrirán muy rápido, ademas Laura detecta todo con gran facilidad.

Asentí con la cabeza y Leonardo sacó unas llaves con las cuales abrió la puerta.

-¡Leonardo! Al fin has vuelto, ¿Por que has demorado tanto?- dijo entrando a la sala principal una mujer de cabello café y ojos oscuros.

-Laura, mira, hay un nuevo integrante en la familia.

La mujer de unos 20 años se me acerco lo cual me hizo sentir algo nerviosa.

-¿Por qué sigues trayendo niños? ¿Cuando me traerás una niña?

-Cuando haya matado a Melantha.

La mujer suspiró.

-Y dime pequeño, ¿Cómo te llamas?

Esa pregunta hizo que se me helara la sangre, se supone que no puedo hablar.

-Se llama Nazareth- dijo Leonardo.

-Y, ¿Por qué no me lo dice él?- dijo sospechando.

-Lo encontré en la basura, no me a hablado, su nombre estaba escrito en un papel sucio en su rostro.

-Pobre pequeño, ¿Tienes hambre?

-Sí tengo- dijo Leonardo.

-Le hablaba a Nazareth, no a ti holgazán.

El hombre el cual llevaba las bolsas de las nuevas cosas de Nataly quedo indignado lo cual era divertido.

-Eres mala conmigo.

-Esta bien, vayan a lavarse las manos y díganle a los demás que la cena ya casi esta lista- dijo la mujer para salir de la habitación.

Leonardo suspiró.

-Eso estuvo cerca- dijo aliviado- no hables todavía, ve a una habitación vacía y ese será tu cuarto, deben haber unos 3 disponibles.

Vaya, me pregunto cuantas personas viven en esta gran casa y porque Leonardo me trajo.

Nataly tomó las bolsas con ropa y cosas que le había comprado el hombre, buscó un cuarto y encontró uno que le pareció lo mas adecuado. Una cama, un escritorio de madera, una lampara de noche, un armario y unos cajones bajo la cama, no era grande, pero tenía todo lo que ella podía pedir. 

-Al fin- dejó las bolsas junto a la cama y se tiró en ella- deberé pedirle mantas para la cama a Leonardo- dijo contra el colchón de la cama sin hacer.

Se paró sin muchos ánimos y comenzó a guardar la ropa que le compraron en algunos cajones y colgó capas que le compró Leonardo para cubrir un poco su rostro en los percheros que tenía el armario.

-¿Qué es esto?...- dijo al darse cuenta de que había una bolsa que no recordaba haberla visto antes, era una bolsa bien decorada con una cinta de color rojo y forrada de negro

Nataly abrió la bolsa y se encontró con una mascara que solo abarcaba la parte de la nariz hacia arriba, la cual tenía una especie de plástico de color negro el cual no dejaba ver sus ojos pero si la dejaba ver todo con total claridad, como si no hubiera nada.

La mascara era de color blanco, suave, con detalles de color rojo y azul, era muy bella hecha técnicamente a la medida de Nataly, pero ¿Cómo pudieron haber conocido la medida de su cara?, se notaba que estaba hecha con tiempo y anticipación, no era posible haberla hecho en tan poco tiempo como unas horas, ahora que se ponía a pensar con más claridad, Leonardo era probablemente una persona con muchos secretos y misterios peligrosos.


Correr Hacia Las Estrellas ★Sin Corregir AúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora