Acaricia De Invierno (cuento corto)

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Las hojas de los sauces están ausentes, emigraron al olvido en busca de refugio. Animales y bestias preparan su morada ante la llegada del duro invierno. Es un territorio hostil para muchos, al igual que para Sofi, quien habita en un mundo muy distinto a este; donde los frondosos árboles conservan sus hojas todos los días; donde cada semana el paisaje es igual, sin mantos blancos que cubran las llanuras. Sofi espera impaciente el viaje a esas tierras inhóspitas.

El día de partir había llegado. El señor y la señora Smith estaban preocupados, como todos los días desde que la enfermedad se Sofi se hizo presente. Sofi ignoraba su mal estado y solo pensaba en conocer como era el invierno en otros lugares.

De camino al aeropuerto, sus padres discutían sobre la situación; su madre, menos entusiasta, no quería llevar a cabo la intervención quirúrgica, pero su padre era optimista. Mientras que Sofi, cada vez más decadente, cuenta las horas de su llegada.

El vuelo fue extenso. Ni un copo de nieve estaba presente en el lugar, y Sofi se deprimió. El señor Smith la alentaba diciéndole...

-Calma hija mía, a penas el invierno está empezando; ahora necesito que seas fuerte para lo que viene-mientras una pequeña lágrima caía por su rostro.

Varias horas de después, ya en el Hospital...

-Papi-dice Sofi-¿No veré la nieve?-Son las últimas palabras de Sofi antes de entrar al quirófano.

Las horas pasan y su madre solo exclamaba...

-¡Esto es horrible, no debimos hacerla pasar por esto; tenías que dejarla morir en paz!- en cambio, el señor Smith no pierda nunca la esperanza.

La cirugía termina al cabo de unas horas y el señor Smith ingresa al cuarto de Sofi, mientras el médico le explica a la madre...

-Todo salió como esperábamos, pero como saben, es un esfuerzo en vano. Solo alargamos un poco más lo inevitable.

Pasan los días y aún no cae el bello manto de nieve...

-No me quiero ir de aquí sin antes verlo Papi- Dice Sofi, demacrada totalmente.

Su padre llora por no ver uno de sus sueños cumplidos, y su madre solo observa dolida en una esquina. Cuando de repente Sofi ve la nieve caer. Con un último suspiro se levanta, abre la ventana e intenta sentir la nieve en sus manos pero no alcanza a atrapar ningún fragmento de cielo y su padre, como última voluntad, la levanta más alto hasta que un copo cae en su mejilla...

-Papi, papi mira, es nieve...papi, estoy sintiendo como acaricia mi mejilla, ¿es Papa Noel?

-No Hija mía, es Él, y ha venido por ti.

Desde Una Perspectiva DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora