Orión

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Megan tiene los ojos en el melifluo.
Amelia tiene el caos en los ojos.
Megan está llena de humo.
Amelia está llena de estrellas.
Megan tiene rojo los nudillos.
Amelia tiene las mangas largas.
Megan tiene los labios quebrados.
Amelia tiene la sonrisa pesada.
Ambas están jodidas.
Ambas están a 10 centímetros, observando la noche azul.
No se conocen.
Hasta qué sus manos rozan.
Y Amelia escupe un perdón.
Megan no la mira. Pero despierta, y su mirada está viviendo el momento.
Amelia, sonríe.
Megan, roza su mano con la de ella, ahora a propósito.
Amelia mira las manos, y la mira a ella.
—¡No Amelia! ¡No la mires a los ojos! ¡Perecerás!—
Megan vomita un lo siento.
Y Amelia sólo juega con sus dedos a rozar un trillón de veces la mano de Megan.
Ambas no se miran, pero su mente está viviendo el momento.

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