Entre al auto todo oxidado y despintado. El parabrisas tenia una rajadura bastante grande. Los asientos eran incómodos ya que eran de cuero y con los años se han ido gastando y agrietando. En el espejo tenía colgados adornos raros de patas de conejo, que había cazado el, supongo y cabezas de demonios, que eran de plástico, obviamente. Mientras analizaba los adornos, vi por el espejo que había un sobre en el asiento trasero. No le preste mucha atención, pero a la misma vez me moría de curiosidad.
Puse la llave en contacto y lo encendi. Para llegar a la ruta hay que ir por un caminito precario de tierra. Me dirigí hacia allí. Se estaba haciendo de noche. Tenía que apresurarme, la ruta no tiene luces y no se puede ver nada. Maldito infeliz. Por qué no va el a comprar su puta cerveza! Al fin, llegue a la ruta, ahora diez minutos más y estoy en el supermercado. Mientras iba en camino, me puse a pensar en que podría haber sido ese grito. No pudo haber sido el viento, el viento chilla de una manera muy particular, pero no, sonaba como el grito de una mujer.Tampoco puedo distinguir si venía de afuera o del sótano o mejor dicho, refugio. Después, me puse a pensar en ese sobre, no creo que sea muy importante. Si tuviera algo de importancia, Rob no lo hubiera dejado ahí para que lo vea. Así qué decidí en abrirlo, pero después.
Luego de unos diez minutos que se sintieron eternos, llegue. Estacione en frente y me baje. Afuera, al lado de la puerta había un hombre que era mayor de edad. Me miraba fijamente de arriba para abajo, que asco. Acelere el paso y se abrieron las puertas automáticas pero el hombre me agarro del hombro y me tiro para atrás.
-¿Que hace una chica preciosa como tu a estas horas?-Tenia un cigarrillo en la mano y me exhalo todo el humo en la cara. No respondi. Me empezó a tocar las piernas y empece a gritar fuerte.
-Cállate, a ti te gusta... -Esta vez se me acerco más a la cara.
-Sueltame pedófilo, eres un enfermo!!!
-Que dijiste?! -me quede en silencio unos segundos y le di una cachetada. Reacciono enseguida y me empujo bruscamente en el piso. Me raspe toda la pierna en el asfalto y empezó a sangrar. En ese momento me levanté rápidamente y atrás mío había otro hombre pero de menor edad que me pregunto
-Estas bien? -me quede paralizada, era hermoso. Sus ojos de color mieles, su pelo castaño claro y sus labios rojos y carnosos eran tan...
-¿Que paso? Venga, dime, confía en mi. Me guiño el ojo y me sonrió tiernamente. Me desperté de mi fantasía y le explique todo lo ocurrido. Luego vio mi pierna y me llevo para dentro porque quería comprarme alcohol para que no se infecte. Luego de que me lo comprara y de que me lo pusiera delicadamente me pregunto cual era mi nombre y yo le pregunte el suyo. Se llamaba Justin Bieber.
-Bueno, muchas gracias Justin. En serio, eres muy bueno. -Le dije con una sonrisa.
-No, en serio, de nada.- Me guiño el ojo.
Me fui a las heladeras y agarre cinco botellas de cerveza. Me voltee y vi al castaño mirándome raramente.
-Eyy! ¿no eres muy joven para estar emborranchandote? -pregunto con una ceja levantada. -trague saliva. Genial!, ahora piensa que soy una alcohólica.
-No son para mi...
-Entonces para quien es?
-Para mi tío.
-Y donde esta? Eres muy joven para estar sola de noche y...
- ¿A ti que te importa? Ni siquiera te conozco. Y por tu información, esta en casa, que queda a unas cuadras así que puedo cuidarme sola! -Se me entrecorto la voz cuando dije que vivía cerca; creo que se dio cuenta de que le estaba mintiendo.
-Perdon, en serio, no quise ser tan metido... Mejor me voy y te dejo sola. En serio, perdoname.
-No, no importa. Te pido mil perdones. Yo soy la que tiene mal carácter. Por favor, no te vayas. -dije con un tono más tranquilo
-¿Quieres que te acompañe a tu casa?- Ay no, mierda. Que le digo?
-No, esta bien. Muchas gracias igual
-Segura?
-Si si, segura.
Me puse en la fila de la caja. Cuando llego mi turno, la cajera vio las botellas y me pidió la licencia. Mierda, encima que no tengo perdí la falsa. Empece a revolver mis bolsillos como si la tuviera pero no me sirvió de nada. Justin me pregunto que pasaba. Le dije en el oido que me olvide la licencia en casa. Entonces, le dio a la cajera la de el y me las compro. Mientras guardaba el recibo en su billetera, salimos del mercado.
-Gracias, ahora te lo pago.
-No hace falta.
-No, te las quiero pagar.
-No, insisto, yo las pago.
-Bueno, en serio, gracias.
-De nada- Me sonrió.
Me quede en silencio unos minutos esperando a que se vaya para que pueda subirme al auto y volver a casa. Pero no se iba. Ya no sabía que hacer.
-Bueno, me tengo que ir...
- ¿segura que no quieres que te acompañe? Este lugar esta lleno de hombres como el de hoy.
-Segurísima. Adios y gracias.- Me puse a caminar yendo para la dirección de mi casa que supuestamente estaba a unas cuadras, pero sólo logre caminar dos metros ya que Justin me freno y me pidió el nº. Le dije que no tenía. Y segui con mi camino. Me fui detras del negocio y observe desde ahi que empezo a irse. Mi plan funciono. Ahora, de vuelta a mi maldita casa.
Entre al auto y me acorde del sobre. Me fije en el asiento trasero y no estaba más. Después de unos minutos lo encontré en el piso. Me quede examinando el papel del que estaba hecho, ya que no era un sobre común, sino que era amarillento, como uno de la antigüedad o simplemente, de papel ecológico. No tenía ningún dato así que lo abrí inmediatamente. Dentro del sobre había una hoja del mismo color que el sobre. Lo desdoble.
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Escapate mientras puedas... - JUSTIN BIEBER
FanfictionEsta es mi vida, mi miserable vida. Cuando tenía apenas cinco años mis papas murieron en un accidente automovilístico. Desde entonces, empece a vivir con mi tío paterno. No puedo creer que me hayan hecho esto. ¿Como puede ser que mis padres le hayan...