Capitulo 2

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Se paró al pie de la escalera y en una mano tenía una lata de cerveza ya abierta. Llevaba puesto un pantalón beige con bolsillos por todos lados, una musculosa blanca y por arriba una remera a cuadrille roja, negra y blanca.

- ¿Que demonios esta pasando aquí?¡¿Qué fue ese ruido?! -Tomo un sorbo de su cerveza.

-No, no paso nada. Sólo se me cayo este libro.-Me agache para juntarlo

-¡Ese maldito libro no pudo haber causado tanto ruido idiota! ¿Y por que mierda esta la ventana abierta? ¡Hace cuatro grados! -Se me quedo mirando con esos ojos negros que me causaban escalofríos. Ya no sabía que responder.

- ¿Y? ¿Ahora me ignoras? Maldita perra -Y con esas palabras, se dio cuenta de que se le había acabado la cerveza, entonces abollo la lata y me la tiro en la cara.

- Ahora tráeme otra.

-Hay en la heladera...

-¡No hay más! ¡¿Que carajo no entendiste de tráeme otra?!

- Per... -Me dio un cachetazo y con esto dijo:

-Pero nada! Agarra el maldito auto y conduce hasta el supermercado y cómprame una caja de cerveza!!!

Y con esto le pedí permiso para que se corriera de las escaleras para que pueda pasar. Pensé en escaparme pero sería peor porque si no volvía con la cerveza a tiempo, me iría a buscar, y si no me encontraba en el supermercado; obviamente se daría cuenta de que me había escapado. No podía arriesgar eso. Además deje mi mochila arriba.

Cuando llegue al último escalón, escuche un grito viniendo del sótano. Seguí caminando ya que Rob estaba detrás de mi, y pensé que podría haber sido el viento que había afuera. Agarre las llaves del auto de la mesa del comedor. El comedor tenía un aspecto parecido al de mi cuarto. Era toda de madera, ya que era una cabaña y en el centro estaba la mesa rectangular de algarrobo. Había seis sillas, una en cada punta y dos de cada lado. Habia muy poca iluminacion. En las paredes había cabezas de animales colgadas en placas y escopetas por todos lados. Detrás de la mesa había un hogar que estaba con el fuego bastante bajo; cuando se de cuenta, el infeliz seguro me mandara a cortar leña así que apuré el paso y abrí la puerta de frente sin despedir a mi tío, ya que a mi no me importa y a el tampoco. A mi solo me ve como una fuente de dinero para comprar alcohol y pagar deudas. Antes de que empece a trabajar en la pizzería, como les dije anteriormente, me prostituía. Así qué obviamente no le importa una mierda de lo que quiere su sobrina.

Cerré la puerta, ya estaba afuera. Tengo quince años y el estúpido siempre me manda a conducir. Por suerte la policía nunca me paro en la ruta, pero por las dudas, Rob me hizo una licencia falsa. ¡Demonios! ¡No la tenía en el bolsillo! Tenía mi dinero pero no la licencia. Empece a buscar desesperadamente por el pasto por las dudas que se haya caído, pero no estaba. Ya fue, iré sin ella. Siempre he ido zafando y hoy seguro que también.

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@LucyMissBieber

Escapate mientras puedas... - JUSTIN BIEBERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora