Nuevos Viejos Tiempos

Capítulo 3

-Florencia: ¡Vuelve!

Veo que duda un poco en su andar firme y decidido, típico de ella, pero como siempre no se da la vuelta, sube a nuestro auto y se va a toda prisa.
Que hice, que mierda hice... ¿nunca les a pasado esto? como mierda no poder controlar nuestros impulsos, como no poder decir que no a un deseo, como no pensar en la personas que amas... ¡Porque yo a ella la amo! la amo, la amo tal cual es, con sus muchas virtudes, por su franquedad, por su manera de moverse, por su forma de hablar y la cagué.

-Carolina: Deja que se vaya, ahora podemos estar bien las dos.
-Florencia: ¡CÁLLATE!

Me sorprende que le sorprenda mi reacción.

-Carolina: Oye ¿que te pasa? hace ya un montón que estamos en esto.
-Florencia: Jaja ¿que quieres? ¿que comencemos algo tu y yo? ¿que la deje y me vaya a vivir contigo para que tengamos un "felices para siempre"?. Tu eres tonta o te haces, te dejaré esto en claro y espero no tener que volver a repetírtelo, yo amo a Amelia, yo con ella no follo, yo le hago el amor, pero contigo... contigo es todo mas vulgar, no te atrevas a compararte con ella porque tu no eres nada para mi, solo eres alguien que me daba sexo fácil.

Casi quiebra en llanto.

Carolina: ¿A si? te recuerdo que esta mujer tan vulgar era la que buscabas cuando te peleabas con tu noviecita, a la que le pedías consuelo y satisfacía todas tus necesidades, así que déjate de estupideces y ven conmigo.

Se acerca muy rápido y forcejea conmigo para besarme.

Florencia: ¡Que haces! ¡sueltame!

La golpeo en el estomago

Florencia: ¡Que asco me das! como me pude meter contigo, en que estaba pensando

Me mira desde el suelo, esta hincada debido al golpe que le dí.

Carolina: ¿Porque? ¿porque me haces esto? yo te amo..
Florencia: ¡YO NO!

Y con ese ultimo grito veo como se termina de romper ¿y saben que? no me importa, ahora lo único que me importa es encontrarla y hacer lo que sea para que me perdone, volver a nuestra casa y no tener que ver nunca mas en su bonito rostro esa expresión, esa que tenia antes de que se marchara.

Voy a nuestra casa y no está. Légolas, nuestro perro de 2 años me mira con cara de no entender nada. Voy a la casa de su madre y tampoco esta, están las luces apagadas y no se ve movimiento.
Buscando en nuestros lugares y recibo una llamada de mi suegra.

-Florencia: ¿Inés? ¿que pasa?

Ella solo llora... esto debe ser malo.

-Florencia: ¿Inés? ¿dime que está pasando? ¿porque lloras?
-Inés: Florencia... Amelia.. ella.

Y siento un golpe, un par de gritos y me responde mi suegro.

-Florencia: Carlos, dime que pasa.
-Carlos: Florencia.. Amelia tuvo un accidente y esta muy grave en el hospital.

Yo... yo no soy capaz de decir nada, no siento nada, nada pasa sobre mi, ni bueno ni malo, simplemente soy nada, me he transformado en nada
Quedo en blanco por 5, 10, 40 minutos, quizás 2 horas nose, y finalmente grito.. tan fuerte.
Llego al hospital y esto cada vez se pone peor, ella esta en coma, tuvo un gran golpe en la cabeza.

-Florencia: ¿Ella va a estar bien?
-Enfermera: Es imposible saberlo hasta que despierte, pero creo que deben sentirse afortunados de que apenas haya tenido 2 fracturas de baja gravedad aparte de el golpe en la cabeza, aun no puedo entender como no le paso nada mas.

Si llegara a pasarle algo yo nose que haría. No paro de repetirme que esto es mi culpa. Me siento una completa y total imbecil. Soy yo la que debería estar en esa camilla, no ella.

Pasan los días y yo no me muevo de su lado, Inés a ido un par de veces a su casa a buscar ropa. Carlos tampoco se a ido.

-Carlos: Deberías ir a descansar, has estado ya casi 6 días aquí.

Apenas lo escucho porque estoy muy concentrada analizando cada pequeño corte que hay en sus manos, sus brazos, sus muy lindas mejillas. Al séptimo día su madre me trae corta-uñas, lima y un esmalte de color calipso, el colo favorito de Amelia. Estoy toda la tarde arreglando sus manos, ella siempre a tenido especial cuidado en ellas y sé que le gustará despertar y verlas arregladas. Recuerdo que pasaba horas arreglando sus manos y yo podía observarla por horas. Ella me miraba de vez en cuando -"no te aburres de verme"- me decía -"no, como podría aburrirme"- y le sonreía, ella me devolvía esa sonrisa un poco cómplice que tenemos entre nosotras.
Finalmente a mediados de la segunda semana decido que es tiempo de ir unos momentos a mi casa, a nuestra casa para ducharme y dormir un par de horas en una cama y no en el sofá del hospital. Al llegar me miro al espejo, estoy casi irreconocible... mi cara de un color mas pálido que lo habitual, mis ojos irritados adornados con lineas ramificadas de color rojo intenso y mis pómulos de un lindo color negro con matices morados, pero mis prominentes ojeras son lo que menos me importa. Mi pelo grasiento y mis labios partidos por los mordiscos nerviosos que le doy a cada segundo del día. La ducha me reconforta, siempre me a relajado sentir cada gota que cae por mi cuerpo. Tapo mis oídos y cierro mis ojos para sentir el agua y que esta se lleve todo, que limpie, quizás buscando que me limpie en mas de una sola forma. Me dispongo a dormir un poco y me cuesta pero finalmente el sueño acumulado me vence.
Despierto con el sonido de mi móvil, veo la hora y son las 4 de la tarde.. ¿pero que? ¿la fecha? Dios.. he dormido casi 2 días.

-Florencia: ¿haló?
-Inés: Florencia, ¿estas bien? te hemos estado llamando pero no contestabas.
-Florencia: Si, estoy bien, solo que estaba durmiendo.
-Inés: Entiendo... Amelia despertó el día que fuiste a tu casa
-Florencia: ¿Que?
-Inés: Te queríamos avisar pero no contestabas. Esta bien, muy bien de echo pero hay algo que deberí...
-Florencia: Voy para allá.
-Inés: Florencia escuchame.

Le cuelgo, ya tendrá tiempo para decirme lo que sea que tenga que decir.
Creo que nunca había estado mas feliz en mi vida, ella despertó, esta bien. ¡ESTA BIEN!
Entro desesperada al hospital, me llevo algunos retos de enfermeras pero no importa, entro a la habitación y la encuentro a ella conversando con Elizabeth.

-Florencia: ¡Dios! ¡a penas supe que despertaste corrí!.

Elizabeth me toma del brazo y me lleva afuera.

-Florencia: ¡Sueltame! ¿Que te pasa?
-Elizabeth: Pasa que ella no me recuerda, no recuerda nada de lo que a pasado en la universidad, osea no te recuerda a ti. Lo ultimo que tiene en su mente es estar buscando un vestido para su fiesta de fin de ciclo, la tuvo cuando tenia 17.
-Florencia: Que...

No me acabo de creer lo que me esta diciendo, no me recuerda..
-Inés: Llegaste. Fui por un café.
-Florencia: ¿Eso era lo que me querías decir por teléfono?
-Inés: Si, pero me cortaste muy rápido y no alcanzé a explicarte.
-Florencia: ¿Que se supone que vamos a hacer ahora?
-Inés: El medico dice que no puede recibir emociones fuertes, dijo que era probable que recordara cosas sola pero no hay que presionarla.
-Florencia: Inés..a los 17 Amelia aun era homofóbica.
-Inés: No del todo.
-Elizabeth: Lo importante es que hay que ayudarla sin agobiarla, asi que sugiero que te presentes como amiga de la universidad.
-Inés: Ella te recordara querida, claro que te va a recordar. Nunca la había visto tan feliz y te estoy agradecida por eso. Eres parte de nuestra familia y juntos vamos a salir de esta.

Asiento con la cabeza y me dispongo a entrar de nuevo a su habitación.

***Nota del autor: Recuerden que pueden dejarme sugerencias, criticas o preguntas en los espacios habilitados. Les mando un abrazo de oso.
Atte Emma Y.C