Por Mil Noches, Por Mil Años

Con el paso del tiempo la niña egoísta había cambiando, ahora era todo una mujer pero ese sentido de soledad jamás la abandonó estaba con ella a donde fuese, podía pasar los dias trabajando al lado su hermano, como le decía ahora a Yomo, con los clientes, pero las noches eran completamente solitarias y frías. Todos sus remordimientos, pecados y errores invadian su mente y las lágrimas no podían evitar salir.
Por eso cada noche luego de cerrar la cafetería y despedirse de Yomo tomó la costumbre de salir a bares ghoul, conocer hombres que aunque sea por un par de horas le hicieran compañía y le dieran calor que mínimamente la reconfortaba un poco.
Nunca era algo serio, solamente un par de horas de placer y luego se iba sin decir nada ni dar explicaciones, los hombres entendían esa indirecta y no volvian a buscarla.

El ccg como siempre se encontraba en movimiento, el Qs Squad continuaban con la recolección de información haciéndose pasar por ghoul, gracias a eso habían escuchado acerca de un evento en un bar, en un distrito algo lejano , en el que debían asistir con máscaras permitiendo su infiltración. Consistía en una reunión de jóvenes ghoul, pensaron que allí podrían obtener información de ghouls de ese rango de edad como Rabbit.
Sasaki después de su conversación con Donato, tenía mucho interés en él, después de todo según el viejo ghoul, y el borrador del tal Amon, Rabbit podía ayudarlo a saber quién era Kaneki Ken.
Ya tenían todo planeado, interactuar para poder sacar información.
-¿ya estan listo?- pregunto Sasaki al resto de sus compañeros.
-solo falta Saiko-grito el joven con parche en el ojo desde la habitación.
-Seguro se quedó dormida- decia con sarcasmo Shirazu mientras prendia el televisor al darse cuenta que faltaba mucho para ir al bar.
- Ya estoy!!!-gritaba Saiko mientras salia corriendo de su habitación peinandose dando visto que en efecto recién se levantaba.
- Bien, vamos- decía el lider mientras salian de la casa.
Mientras tanto una muchacha se preparaba para salir, como sería una fiesta de máscara no necesitaba demasiado maquillaje, solamente un lindo atuendo y una máscara a juego. Después de Anteiku se entero de Kuro Rabbit ; Yomo le explicó que lo más seguro es que Ayato lo hacía para protegerla y que siempre fue así; fue entonces que dejó de usar la máscara de conejo infantil no la cambio por una si no por muchas después de todo tenía a Uta que nunca se rehusaba a algún favor de la chica.

-Bien es aquí- decia en bicolor en el pelo mientras todos se ponían sus máscaras. - Yo los esperaré aquí-
- Pero Sassan-decía la pequeña otaku preocupada.
-Esta bien si yo voy capaz allá problemas-. En realidad nunca les dijo a sus compañeros acerca de por que fallaba en la recolección de información y los problemas que esa máscara les trajo.
- Esta bien- decía Urie mientas bajaba del auto
-wow esto no parece un bar, parece una mansión-
-bueno es que es obvio que los ghouls no se van a reunir en lugares tan públicos si no en salones espenciales y privados- explicaba pasivamente Tooru a su compañero de raros dientes.
- Urie idiota esperanos- decía Shirazu restandole importancia a la explicación de su compañera.
Entraron sin problemas, no podian llevar celulares ni ningun otro dispositivo para comunicarse dentro del lugar, esas eran las reglas.

Sasaki suspiró aliviado al ver a sus compañeros infiltrarse sin problemas. Cuando estaba a punto de arrancar no se fijo que una muchacha iba cruzando la calle, freno rápidamente como pudo y bajó del coche.
-lo siento, ¿se encuentra bien?
-ashhh es un idiota no ve que esta en rojo- Touka trataba de acomodar sus cabellos y gritarle al idiota que casi la atropella sin fijarse quien eran. Al contrario él reconoció de inmediato era esa hermosa y melancólica chica que le servía café de vez en cuando.
-Lo... lo siento mucho estaba distraido, por favor hay algo que pueda hacer por usted, llegar a un hospital o algo- cada palabra que decia trataba de parecer seguro, pero la verdad sentia mucha vergüenza por casi matar a su camarera favorita y por saber que no era tan tranquila y calmada como siempre parecía en :re de echo era alguien muy temperamental y histérica un poco.
En cuanto la muchacha lo reconoció supo que no estaba en esa zona por casualidad, debía de saber acerca de la fiesta y que el CCG pronto intervendrá en la celebración, debía irse rápido de allí.
-ah no se preocupe, debo irme-decía mientras evitaba verlo a los ojos y trataba de alejarse, hasta que sintio como la sujetaban del brazo impidiendo que se vaya, provocandole un sobresalto.
-lo siento no quise asustarla, yo solo... solo...eh- no sabía como decir que no quería que se fuera, Touka símplemente le regalo esa típica sonrisa cargada con tristeza.
-voy a la cafetería, es lejos de aquí pero puede acompañarme si lo desea y si no esta ocupado.-
Haise sonrió como un niño emocianado por la idea, se olvido totalmente de que debía ser el refuerzo si algo pasaba con sus subordinados y se ofreció en llevarla en su auto la muchacha de cabellos celestes lo dudó un momento, conocia a los hombre y lo conocia a él o al que alguna vez fue y sabía que el jamás le haria algo con esas intenciones como el resto de los ellos.
-si, gracias- Respondió timidamente la joven.
Haise se sentia muy nervioso desde que tenía consciencia nunca había estado a solas con una chica en su auto, claro esta exceptuando a Saiko y Akira, mabejaba como podía parecía que se le habia olvidado hasta como conducir.
-eh disculpe pero no tiene que sacar el freno para que el coche... pueda seguir un movimiento uniforme, idi...solo digo-se detuvo a si misma Yomo ya se le había advertido que no tomara tanta confianza con el investigador por que eso era un asesino de los que eran como ella, los que no tuvieron la elección de elegir como nacer. Eso hizo que luego de ese comentario no hablará más durante el viaje; Haise le hacia preguntas a las que ella respondia cortantemente.
-entonces, señorita, ¿usted estudia?
-si-silencio incomodo para Haise.
-ehmm y qué estudia?
-biologia-
-ah ya veo..... ah ya se si no le molesta responder por qué estaba por aquí a estas hora es un poco tarde no creé?
Esa pregunta había hecho que se voltiase y lo mirara a los ojos, él no pudo evitar hacer lo mismo dejando de ver al frente hasta que ella bajo la mirada eso hizo que haise se diera cuenta que estaban a punto de tener un accidente tuvo que frenar bruscamente lo que hizo que una de las gomas reventara en el instante.
Y eso fue el fin para la paciencia de la ojos violeta.
-es acaso un estupido, aparte de que no rechaze su invitación, cuando tengo mejores cosas que hacer, casi me matas, es un idiota, lento y...y... irresponsable teñido- comenzó a llorar.
-yo...yo lo odio por irse así sin avisar y volver cuando quiere y hacer todo esto-.
Haise se había quedado plasmado no sabia como pero había hecho llorar a una muchacha.
-yo...yo lo siento mucho no quise causar todo eso en usted señorita realmente lo siento- decía totalmente serio haciendo una reverencia hacia la muchacha.
- no tiene de que preocuparse yo soy la única culpable aquí por decir todas estas cosas sin sentido- decia mientras se secaba las lagrimas con un pañuelo que esta vez haise le tendio y ella acepto.
-Entiendo que quiera irse yo me quedaré a cambiar la goma de auxlio-
Decía mientras veia la silueta de la mujer alejandose.
-muy bien haise manos a la obra- se decía a si mismo. Mientras se quitaba la gabardina y se remangaba la camisa a pesar del frío invierno. Ya estaba terminando cuando sintió algo cálido en su espalda se volteó sorprendido como estaba agachado lo primero que vio fue un par se hermosas piernas subio lentamente la mirada y vio que era ella que no se había ido dejandolo solo sino que fue por unas latas de café caliente.
-vas a pararte maldito pervertido, ten- Mientras le ofrecía el café, ese no se comparaba en nada con el que ella hacía. No sabía como rechazarlo despues de todo hay algunos enlatados traen químicos y azucares que al paladar ghoul serian horribles, no le quedo más que aceptar.
-lo siento escogi por usted es café puro sin nada.
-Gracias-mientras lo abría y volvio a mirar a la mujer de arriba a abajo disculpe puede que usted iba a salir a alguna fiesta o reunión, digo por como esta vestida.
- ah si algo así eran una reunión de clases de la universidad.
- ya veo entonces su universidad queda por acá-
-eh nop solo el punto de encuetro, ya lo arreglo o pago un taxi?- mientras pensaba que con eso podria desviar el tema de la fiesta ghoul.
-si ya esta-
-genial subamos que tengo frío- mientras se subia al auto
El viaje era un poco largo pero hablaron de tipos de café y más cafe no hicieron nada más que eso, ya casi llegando.
-quiere que la dejé en la cafetería o en otro lugar.
-la cafetería esta bien, vivo en el segundo piso.

Un rato después ya estaba estacionado el coche.
-muy bien...ya llegamos.
-bien gracias por traerme y acerca de lo que dije yo...
-no se preocupe ya sucedio no importa.
- entonces gracias. Adiós. Decía mientras bajaba del auto- ah espero verlo pronto.
-cuándo? Preguntó emocionado Haise.
-ah me refería en el café puede venir cuando quiera.
-ah esta bien vendre pronto.
-entonces adiós. Touka no esperaba respuesta y se alejó abrió una puerta al lado de la cafetería y la perdió de vista tenia la esperanza de que la muchacha se volteara antes de entrar y le sonriera agitando su mano en forma de saludo; sonrio tristemente al saber que esa hermosa mujer no haría eso, en ella había una gran tristeza que parecía que fuera su eterna compañera él lo había presenciado hace unos momentos cuando ella se hecho a llorar. En ese momento sintió la necesidad de estar siempre a su lado para secar todas sus lágrimas.
Pero esa era una idea muy utópica ya que ni él mismo podía secar las suyas, poder tapar ese vacío que sentía su corazón, sería estúpido tratar de curar el de alguien más lo único que haría sería hundir ambos corazones en la tristeza y la soledad. Pero cabía la posibilidad de salvar ambos.
Salvar que era eso, ¿ella quería ser salvada? ¿El quería ser salvado? No, el quería morir acabar con esa ilusión de vida que llevaba sabía que Haise no existiria para siempre y podría lastimarla mucho. Mejor era alejarse y conservar sus sentimientos en él anonimato, capaz algún dia en otra vida podría conocerce sin remordimientos ni tristezas pasadas. Algún día ambos encontrarían la felicidad.
La felicidad de Haise era la muerte saber que ya no lastimaria a nadie ni nada lo lastimara.
Y la de ella, sin saber Haise, también era la muerte el pagar sus pecados y reunirse con sus seres queridos, dejar de ser una carga para los demás, dejar de sentir soledad y culpa.
La felicidad de ambos recaía en una sola palabra la MUERTE.
FIN.