Κεφάλαιο ένα

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Narrador omnisciente.

El instituto DELTA es conocido por su alto nivel en educación y ser una de las más prestigiosas instituciones del país; sin embargo, esa no es la característica más peculiar del lugar, si no que los alumnos están obligados a vivir en residencias de diez personas, "para fomentar la unión y el compañerismo" fueron las palabras del director y dueño de aquel lugar.

La residencia Omega este año estará ocupada por 13 personas, ya que es una de las casas más espaciosas y por ende, puede albergar a más personas.

Una chica con pelo azul paseaba por el lugar antes mencionado, repasando el lugar con los ojos achinados y con ligera confusión al notar ciertas presencias a escasos metros de ella.

Narra Acuario.

Esto es genial, simplemente genial. Mis padres decidieron que traerme aquí cambiaría mi actitud y saldría toda una dama al terminar el año. Lo peor es que debo compartir mi espacio de vida con otras doce personas ¡Doce!

Ó mis padres no me quieren, o soy adoptada. Tal vez ambas.

Voy observando el lugar con atención, sin embargo mis ojos se posan en dos figuras justo enfrente mío. Los observo con cierta confusión; hasta ahora creí que por lo menos las residencias serian solamente femeninas y otras masculinas, tal vez estoy equivocada.

Vaya que lo estaba.

—Disculpen...¿Quiénes son ustedes —pregunté mirándolos, era extraño ver a dos personas exactamente iguales. Ambos se miraron y fugazmente pude observar un atisbo de sonrisa.

—Soy Gemm...

—Y yo Innis...

—Y somos...—repitieron al unísono— ¡Tus no padrinos mágicos! —abrieron los brazos y agitaron sus manos, ocasionando que se me escapara una risa. -tratando de cesar mi risa, me presenté

—Soy Acuario. —dije al fin, no diría "Un gusto" o "Es un placer", no es lo mío. Si me agradas, confórmate con unos golpes e insultos, simple.

De improvisto, una chica con melena de león aparece corriendo como alma que lleva el diablo y, atrás de ella, la persigue otra chica con...¿Una sartén? La leona se posiciona a un extremo de la piscina, mientras que la chica con complejo de Rapunzel se coloca al otro.

—¡Yo no fui, lo juro! —gritó mientras llevaba ambas manos atrás suyo, por su parte, la otra amenazaba con tirarle la sartén.

—¿Y qué tienes atrás, eh? ¡Pon las manos en alto! —gritó de la misma forma, la otra tenía una expresión de duda en su rostro. Sin embargo, todo rastro de aquella expresión se esfumó en el momento en que "Rapunzel" tiró la sartén, dándole de lleno en la cara de la otra chica. El impacto fue fuerte, tanto que la derribó haciendo que de sus manos caigan unos chocolates. La otra sonrió victoriosa, acercándose con una sonrisa.

—¿No que no, Libra? —tomo sus chocolates y comenzó a reír a carcajadas. Creo que se la escucho hasta Plutón.

—¿No que no, Libra? —contraatacó "Libra", cambiando todas las vocales a la letra I -a excepción de la U- , sonando así: ¿Ni qui ni, Libri?

Este será un largo año.

Narra Escorpio.

Luego de aquella civilizada y amena conversación que mantuve con Libra, mi mirada se posó en las tres personas que tenía justo enfrente.

—Ah, hola. —y dicho eso, me adentré a la residencia.

Es bastante grande y linda, he de admitir.

Living With The ZodiacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora