Daba vueltas por toda la cama, por poco y le pegaba a Sarah, no podía conciliar el sueño, me levante y camine hacia el baño con dolor de cabeza, me mire en el espejo y maldecí por no poder dormir.
Salí de la habitación y fui hacia la cocina, abrí la refrigeradora y no había nada que me apeteciera, la volví a cerrar y me apoye en el mesón, empecé a recordar el beso que me di con James debajo del árbol fue tan perfecto y asombroso jamás olvidaría sus labios tan suaves rozando los míos.
Suspiré y tomé un vaso
-¿Qué haces?- salté y tiré el vaso
-Maldición, hiciste que tirara el vaso- me gire hacia él
-Kel, siempre tan tonta- se río
-Jared, siempre tan idiota- le saque la lengua
Me pasó empujando, cogió otro vaso, puso agua y se la tomo de un solo bocado, volvió a dejarlo en su sitio.
- Que miras estúpida- me miró- recoge rápido el vaso
-Fuiste tu el que me lo hizo caer
- No es mi culpa que seas tan... - pensó un momento llevándose la mano a la quijada- tan tu
- Muy gracioso- vire los ojos.
Tomé una escoba y empece a barrer lo que Jared provocó, me fui a la parte trasera para tirar los vidrios y oí un ruido fuerte.
Entré corriendo preocupada por lo que había sido, llegué a la cocina y mire a mi alrededor Jared ya no estaba fui a la sala y tampoco estaba.
-¿Jared?- susurre gritando- ¿Dónde estás imbécil?
Subí las gradas y todo estaba obscuro, sentía que algo malo iba a pasar hasta que sentí unos brazos rodeándome y tapándome la boca, me moví como una loca hasta que soltaron botandome a la cama.
Observé en donde estaba y era mi cuarto, dirigí mi vista al frente y estaba James agitado, apenas podía respirar, lo mire expectante para que me diera una explicación
-Eres muy dramática
-No es mi culpa que me secuestres en mi propio cuarto- le dije casi gritando.
-Shh! calláte, eres una exagerada- se sentó a lado mio
-Exagerada yo!? tu fuiste el que exageró, no era necesario
-Oh claro que lo era- me miró y me beso
Pasamos unos minutos hasta que nos separamos sin despegar nuestras frentes.
-Tengo algo para ti- se levantó- cierra los ojos
-¿Qué es?- le dije toda emocionada
Sacó de su bolsillo una cajita, era negra con detalles dorados, pequeña y simple con un corazon en el medio.
La abrió enfrente mio y pude contemplar lo que poseía la caja
Un collar
Era el mejor de los regalos que me han dado en mi vida, su cadena era plateada y fina con un corazón que decía "tu", es lo mas perfecto que pude admirar, me enamoré.
-Por la santa puta, ¿Eso es para mi?
-No, para sarah- dijo en tono sarcástico
- Aigh- vire los ojos- idiota
- Toma, quiero obsequiarte esto- tomo el collar- virate- ¿Acaso me vas a fajar?- alce una ceja
- Deja de provocarme que si ya quisiera te lo haría- sonrío picarón- ahora date la vueltaMe gire y senti como el metal de la cadena fría se apoyaba en mi piel y los dedos de él rozaba haciendo que me estrmesca y una corriente helada traviese todo mi cuerpo, tome aire y volví a girarme, tome al collar entre mis dedos, se veía tan perfecto.
-Es.. es hermoso- dije hipnotizada en el collar- Gracias
Le di las mejores de mis sonrisas y me lance encima de él a besarlo, empezamos suave pero a cada momento el beso aumentaba hasta que oí un gemido de su parte sonreí y seguí.
Mi corazón latía al igual que el suyo iba al mismo compaz, el me giro y quede debajo de él y nos seguiamos besando.
Un golpe en la puerta hizo que nuestra magia se acabará.
Nos separamos y James se acercó para averiguar quien fue el inútil que interrumpio.
Jared
Tenía que imaginarmelo ese idiota siempre sabe interrumpir en las partes mejores del momento, estaba parado en el umbral de la puerta con una pijama de ositos, se notaba lo bien que estaba trabajado su cuerpo ya que la pijama lo resaltaba todo.
Empecé a reir y me di cuenta que era una pijamada de Sarah, algo se traían estos dos.
- Oye, enserio eso es ridiculo- dije mientras reía
De pronto oí la risa de James, era tan hermosa me volvio a recorrer una corriente fria.
Que carajos me pasa!
-Par de idiotas- salió Jared enojado y cerro la puerta de un solo golpe.
- Eso.... eso fue lo mejor- dijo James riéndose.
-Lose- me seque la lagrima que me salió.
- Bueno en que estabamos- me dijo en tono vacilante.
- Nose porque no me lo recuerdas- me acerque a él para besarlo
-Con gusto- me besó
Y esa noche estuve en el cielo y en tierra a la vez, nuestros cuerpos siendo uno solo, sientiendo nuestros corazones que iban sicronizados.
La mejor noche de mi vida