Llegamos a la heladería, estaba un poco sola y en silencio...
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-Oh, y que pasá aquí pequeño?Sabés por qué esto tan solo?..
-No pequeña Sofí, no lo sé. Pero igual ya estamos aquí pidamos nuestros helados- Hizo un gesto de gustó y llamó a la camarera.
-Que quieren ustedes?- Dijo la camarera mientras me miraba de arriba a bajo.
-Yo un helado de Brownie y mi mejor amigo de fresa, fresita- Resalté la última palabra y reía..
-Ya que Sofí pide por mí, está bien..
La camarera tomó apuntes y fue por los helados.
-Sofí. Cambiando de tema...Que harás con Kat? Al parecer esa chica te quiere mucho, no puedes dejarla ir porqué tuvo novio y eso, te da miedo algo?
-La verdad.. Sí. Me da miedo, ya sabés... Eso de que te enamorés y luego te lastimen, y sabés que soy una persona que no me encariño mucho, pero cuando lo hago es realmente asombroso y verdadero...
-Por miedo pue....
La camarera había interrumpido trayendo los helados, los entrengo, luego pidío disculpas y se fue.
-Como te decía Sofí, puedes perderla por miedo... No te puedes quedar ahí, estancada. Dale una oportunidad.
-Se la daré, pero no ahora, no la distingo muy bien, y las relaciones a las ligera no funcionan muy bien. Dejá que la distinga mejor.
-Pero si no te alejaras. La distinguirias mejor... No estás siendo justa con ella.
-Ayy!! Ya dejá de regañarme, está bien lo haré- Hicé pucheros, él me abrazo y me doy un beso en la frente.
-Nos vamos?Tendré que ir a hablar con Kat.
-Si vamos- Hizó una clase de ¿cara alegre? No entiendo porque le alegraba tanto que saliera con esa chica.
Llegamos a casa y él me abrazó, me deseo suerte y luego se fue. Yo me cambié y luego me dirigí a la casa de Kat.
-Kaaaaaaaaat!- Grité por la ventana de su casa. Lo sé suena muy maleducada de mi parte, pero no me quedó de otra.
-Ishh. Callaté! Mi mamá está durmiendo y si despierta nadie la duerme después. Dime, que quieres?
-Quiero hablar contigo. La última cez que hablamos no fuí muy cortez contigo y te pido disculpas, seré más amable contigo. Lo siento.
-Está bien. Tranquila, todo está bien, fuí algo apurada y lo entiendo. Me das un abrazo?
-Si Kat- Su abrazo lo sentí reconfortable y muy bien, sentí su respiración en mi cuello y eso hizo que me erizára.
Kat luego me miro fijamente y no pudé evadir esos ojos hermosos, que me cautivaban, luego se acerco y me depositó un dulce y corto beso en mis labios. Solo sonreí como una tonta y no pudé decir nada mas.
-Me tengo que ir Kat, nos vemos mañana, te quiero.
-Está bien pequeñita, duerme bien y descansa, igual te quiero.
Me fuí, pensando en ese beso. Nosé porque está chica me tenía tan loca, me estaba enloqueciendo por tenerla conmigo en cada momento. Pero luego me contradecía, por qué era muy apurado. Pero era una chica tan jodidamente hermosa y seductora. Me volvía loca. Loca.
Seguí el camino a casa, cuando llegué, subí a mi cuarto, me quité la ropa, me puse un camisón y me acosté a dormir.
