Narrador omiso
Ya era el día del baile, todos los alumnos del Instituto estaban eufóricos, menos Emi que decidió no ir al baile.
-Me acaba de llamar la madre de Martina. preguntándome que si querías que ella te llevará al baile- dijo Elisa, la madre de Emily.
-No iré a ese baile- le informó la joven.
-¿Por qué no pequeña? Te lo pasarás bien- la animó su madre.
-Aunque quiera ir no tengo ni vestido ni máscara - le respondió triste.
-¿Pero Martina y tu no fuisteis a la tienda de Clara a buscar el vestido?- pregunto su madre confusa.
-Si pero no encontré un vestido para mí - contó la castaña.
-Espera aquí - ordenó su madre mientras salía de la habitación de la castaña.
-Mira esto- dijo Elisa después de cinco minutos, Emi levantó la mirada encontrando una caja blanca en los brazos de su madre.
-¿Y eso?- pregunto la joven curiosa.
-Este vestido me lo regalo tu abuelo cuando tenía dieciséis años y lo he guardado todos estos años para dartelo a ti- confesó su madre.
La castaña emocionada quitó la tapa de la caja y sacó el vestido con cuidado era un vestido de color blanco roto, con detalles en dorado y era de palabra de honor.
-Pontelo haber como te queda- ordenó Elisa con una sonrisa, la chica obedeció a su madre y emocionada empezó a quitar su ropa para colarse el vestido, una vez puesto su madre soltó unas lágrimas en silencio por lo hermosa que estaba su hija, Emi se mira en el espejo de su cuarto y abre su boca formando una perfecta "o" con ellos, nunca se había visto tan bonita.
-Ya no tienes excusas para no ir el baile- dijo su madre limpiando disimuladamente sus lágrimas.
-Tienes razón no tengo excusa para no ir- dijo ilusionada.
-Pues entonces iré en busca de una máscara- dijo su madre ilusionada.
Emi empezó a maquillarse pero siempre con sutileza, quería ir con un maquillaje suave y elegante, dejó que sus ondas del pelo cayeran por su espalda asta llegar un poco más arriba de su cintura .
-Toma esta máscara y ponte estos tacones- dijo su madre entrando a la habitación, la joven se puso esos tacones blanco roto y la máscara de detalles en dorado.[...]
Ethan se encontraba inquietó y buscaba con la mirada a Emily, si así se llamaba la chica del diario, el viernes lo descubrió, recordó la vez que la ayudó a recoger sus libros y papeles, ya que el nunca había hecho eso. Era una chica hermosa no se podía negar, era la típica chica de pelo castaño y ojos café, pero su cuerpo era perfecto no tenía grandes los pechos ni tampoco el trasero, era típica que pasaba el tiempo en la biblioteca, nunca imagino que ella fuera la que escribía aquello ya que ella no mostraba interés por él, en más de una ocasión él intentó ligar con ella pero se notaba que la joven nunca pillaba sus indirectas y se cansó.
[...]
Después de cinco minutos en coche habían llegado al instituto , Emi se despidió de su padre ya que él fue quien la trajo y entró en el instituto , sus piernas le temblaban y lo único que quería hacer en esos momentos era salir corriendo, pero se dijo que eso no iba a ocurrir que por una vez en su vida iba a ser valiente.
Ando por el edificio hasta llegar al gimnasio,allí es donde se celebraba la fiesta, donde estaban todos sus compañeros del Instituto, un joven le abrió la puerta y le mostró una dulce sonrisa, ella se la devolvió y entró dentro, todos se dieron la vuelta para admirar a la hermosa chica que había entrado,todos se quedaron boquiabierto por verla pero ninguno sabía que era la chica que en todos los recreos se sentaba bajo un árbol, que todos se burlaban de ella, que era la chica que sacaba sobresaliente en las evaluaciones...
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La Chica Del Diario
Short StoryUna mañana Ethan encontró un diario, donde había "cartas" para él que nunca fueron entregadas, esas cartas le excitaron para buscar a la chica del diario, pero nunca llegó a imaginar lo que podía desatar eso.