Nada ha cambiado [En Edición]

Adios

Chicago

Había pasado ya una semana desde que los Andrew regresaron a chicago, y todos habían iba con normalidad, Alberth en su oficina atendiendo los negocios de la familia, Archie, Stear y Annie regresaron a la universidad por lo cual Patty tomo la decisión de inscribirse también para estar más cerca de su amor, Eliza había decidido poner una academia de baile ya que al parecer la pelirroja había hallado su vocación por lo cual su padre le compro un local en uno de los lugares más recurridos de la ciudad, Niel bueno el había decidido aprender de los negocios de su padre por lo cual se mantenía de viaje, Anthony pues el andaba viajando por todo el mundo tal y como lo había dicho anteriormente, cuando estaban en New York decidió que era mejor partir desde allá, por lo cual ahora mismo se encontraba en España eso si siempre llamaba a la tía abuela ya que había insistido tanto, mientras que nuestra querida Candy justamente ese día iba a realizar una fiesta de inauguración para el nuevo hogar de Pony que era el triple más grande que el anterior.

Señorita Pony: Candy querida el hogar quedo hermoso, gracias mi niña no tenemos como pagarte todo esto que has hecho

Hermana María: la señorita pony tiene razón Candy esto es maravilloso

Candy: ay pero si no es nada a comparación de todo el amor que me han dado, y eso es lo que yo agradezco y no tengo como pagárselos a ustedes- decía abrazando a sus dos madres- además vean a los niños les encanta

Tom: Hola Candy

Candy: Tom!! Que alegría verte, mírate que guapo estas he

Tom: jajaja que cosas dices Candy, gracias tú también estas muy linda, el hogar quedo muy hermoso- decía mientras miraba la enorme construcción que contaba con cincuenta habitaciones una piscina y dos enormes jardines con muchas rosas, y al lado tenía una gran capilla, muchos niños serían recibidos en el nuevo hogar de pony

Candy: Si gracias a tu ayuda y la de Jimmy

Tom: o no pero yo no di tanto Candy fuiste tu

Candy: ay bueno ya jajaja cuando cambiaras he ven regresemos a la fiesta

Tom: está bien

Y así pasaron la tarde charlando riendo y celebrando por los buenos momentos que la vida les regalaba.

New York

A las afueras de la ciudad estaba situado un hospital psiquiátrico, en la habitación numero 25 una mujer de cabellos rubios se estaba terminando de enloquecer más de lo que ya estaba

Susana: ya me arte de estas malditas paredes blancas, no soporto ni un día más aquí, me quiero ir yo no estoy loca yo no estoy loca, todo iba a la perfección, era una gran actriz con un gran futuro por delante, podía tener la atención de cualquier muchacho pero solo apareciste tú y mi vida se destruyó, porque no me quisiste si me hubieras dado tan siquiera un poquito de amor si me hubieras prestado atención yo no hubiera hecho lo que hice, tú me lanzaste a hacer esto tú me hiciste así, yo era buena, era una buena persona, ahora me doy cuenta que mi problema eres tú y esa Candy, nunca debí convencer a Robert de contratarte, solo viniste a destrozar mis ilusiones me segaste ni siquiera tu amistad quisiste darme, aunque sea con eso me hubiera conformado pero si yo no puedo ser feliz ustedes tampoco lo serán

Enfermera: Señorita tiene visitas

Susana: Yo no quiero ver a nadie, mucho menos si es mi madre!!

James: Ni si quiera a mi amor?

Susana rápidamente volteo a verlo y se lanzó a sus brazos y lloro- James tienes que sacarme de aquí ya no soporto un día más en este mugroso lugar, yo no estoy loca, debí darme cuenta antes solo tú me has amado solo tú me has valorado perdóname amor, perdóname por no haberte valorado-decía llorando como una magdalena