Hola. Sé que no todas las historias comienzan con un "hola", pero tal vez esto ni siquiera se le pueda llamar historia.
No creo que sea como las otras: dignas de ser contadas y memoradas aunque no dejen de pasar los años. La mía es aburrida y a lo mejor y sólo la escribo porque creo que ha llegado el momento de comprobar que no todos somos un "actor principal según la parte de la película donde nos encontremos". Yo sólo soy el actor secundario en todas las historias que ya se han contado antes.
Nunca he logrado ser la principal de algo. Mi vida es asquerosamente monótona, pero lo peor de todo es que, aunque no me guste mi forma de vivir, no hago nada para cambiarlo. Pienso que es lo suficientemente monótona como para escribir qué hago cada día de mi vida aburridísima vida.
Esta no es del todo mi "historia" -si es posible llamarla así, aunque la llamaré así para evitar confusiones-. Más bien se podría decir que es la de unos amigos y dónde y cómo es que contribuyo yo. Yo siempre aparezco en esos interesantísimos relatos como "la mejor amiga del principal. La que está ahí para apoyarlo en lo que sea. La loca consejera que no tiene una vida propia y está ahí metida donde no debe, enterándose de todo en primera fila" No sé si me explico muy bien; creo que no.
Yo soy esa loca que no tiene idea de qué hacer con su vida y se la pasa aconsejando a los demás. Esa buena amiga que nunca le fallaría a nadie. Esa que siempre se queda al lado, o llega a pasar que atrás, contemplando cómo luchan los demás por lo que quieren y ven cómo llegan a ser felices. Esa que no tiene ningún talento o cualidad con el cual apoyarse y convertirse, al fin, en la principal. Esa que no le gusta a nadie porque su mejor amiga es mucho más guapa que ella. Esa como la que alguna vez te has sentido. Justo esa, soy yo; las veinticuatro horas del día.
Esto es lo que debo de contar. Tal vez así cambies de opinión con respecto a la frase de acá atrás:
