—¡Estoy cansada de mis charlas con la almohada todas las malditas noches nick! —espete.
Ya iban cuatro días en los que él no llegaba al apartamento a dormir. Sabia que estábamos iniciando una pelea, pero, ya no podía. Ya no mas.
—Soy una prisionera aquí, no me dejas salir. Pero claro, tú si puedes irte y regresar horas tarde aquí.
—Ahora te conviertes en mi enemiga. —fruncio el ceño. —Se suponía que eras mi aliada.
—Somos prisioneros, eso es lo que somos nick. —me senté en el sofá de la sala y puse mi cabeza entre mis manos.
—Entonces somos libres, es un horror. —hablo molesto. Alze mi vista hacia el. Caminó por el apartamento buscando algo. No logré ver que era. Pero, vi una mochila negra entre sus manos. —Ni tu, ni yo, somos mas unos prisioneros.
—¿A que te refieres? —me levante del sofá algo confundida.
—Me voy Madison.
—No puedes dejarme solo por esto. —reproche. —Yo te quiero.
—Yo no puedo responder eso. No ahora. —y salio por la puerta del apartamento (antes nuestro).
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pillowtalk : nick robinson
Short StoryBook #1 Tantas charlas con mi almohada. Nadie más que tú, nadie más que yo, nadie mas que nosotros, no necesitamos a nadie. Sólo necesito tu cuerpo. Ninguna sábana entre nosotros. No vamos a acabar pronto. © 2016 | -itsval Prohibida su copia o adapt...