Días, semanas, meses...
Todo sigue igual: barreras cerradas, puertas entreabiertas y ventanas a la oscuridad. Se acerca mayo, ya va a ser un año... Todo por no tenerte, todo por desaparecer; te fuiste al este y me obligaron a alejarme al oeste, siempre en dirección contraria a ti para no encontrarnos, para impedir a nuestros ojos la desesperada felicidad que solté aquel 21 de junio con las palabras de mi madre grabadas: "déjala ir, ella también tiene vida propia" y lo sabía, lo único que ella formaba parte de la mía y lo supo, se lo dije y me dejó entrar en la suya, me contó un poco de su vida y me dijo lo único que me levanta cada mañana: " no te preocupes Marina, todo ira mejor".
Aún espero a que algo mejore Isabel. Aún te sigo esperando.
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La Chica Invisible
Non-FictionY podria podria ser perfecto, podria salir bien; pero no es así.