Me recuerdas a un gato: tan oscura, tan solitaria,tan ausente... estabas demasiado preocupada por tu nuevo Instituto que nos descuidaste, que me dejabas allí, tirada, pero por suerte me acogieron y fui lo suficientemente lista para (no) olvidarte, dónde podía encontrarte.
Fui, te busqué, te encontré y solo recibí un: "Hola Marina, ahora no puedo..."-No te preocupes, ya habrá tiempo. -Mentí.
Carlos...no sé qué haría si no me apoyases.
ESTÁS LEYENDO
La Chica Invisible
Non-FictionY podria podria ser perfecto, podria salir bien; pero no es así.