Imitation Black [Saga]

Fate: Rebirth

Fate: Rebirth

¿Cómo disipar la culpa?

Nuevamente, el ciclo ha vuelto al principio.

El esperado renacimiento, marcando el destino que se le encomendó desde el principio de los tiempos.

Pero... ya no volvería a ser igual. Anhelaba su libertad.

Destino: Renacimiento.

Después de aquel suceso tan repentino y horroroso, su mundo se había impregnado de oscuridad. Mentes enfermas, y putrefactas.

Así estaba su interior, oscuro, ahora que esa luz que los guiaba y los mantenía firmes ya no estaba. Sentido ni dirección existía. Su amor se había ido, ya no quedaba nada por vivir.

Un grito de dolor y angustia de su corazón rogó que volviera, lo aclamaba con furia... pero nadie estaba para devolver el llamado.

Querían estar en donde estuviera, tal vez en un lugar mucho mejor al mundo retorcido de antes. Estar por siempre en sus brazos cálidos y compasivos que brindaban calma y amor.

Pero, si no cumplían su petición... deseaban morir, para borrar aquel sentimiento tan doloroso que dejaron en la piel ajena.

Tal vez, sus sentimientos de amor se habían ido.

"Nada es eterno, todo tiene que terminar."

¿Es lo que sucedía?

Querían pagar ese castigo, para "amarlo" sin restricción.

Recordaron esa sensación tan hermosa en sus manos al tocarlas, al juntarlas y entrelazarlas. Al parecer, ya nunca más las volverían a tomar.

Lo único que podían hacer es aferrarse a esos recuerdos dolorosos y a la vez tan hermosos que les dejo. Cuando lo amaron con todo su corazón, al tener su piel.

Su ser ya no podía contener la culpa.

"Llévame siempre junto a ti, quiero estar por siempre en tus brazos."

Mientras que, en otro lugar lejano, el puente entre la vida y la eternidad se encontraban conectados para dar paso a un alma.

"Aquel mismo instante en que te enamoraste, yo me di cuenta de que el destino ya estaba escrito para ti... tu debías sufrir el desprecio de mi amor."

El trono de oro esperaba en calma.

Hasta que el cuerpo apareció, abriendo sus ojos con vida de nuevo. El ciclo comienza su primera etapa.

Caminando y caminando por el puente, el alma se dio cuenta de todo lo que tenía que hacer, pero esta vez, quería su libertad.

Pero no podía dejar a esos vampiros, estaba atado a ellos con su corazón y alma. Sus manos con pétalos carmesí... volvían a recordar ese hecho de sufrimiento.

No podía hacer nada, había tomado la misión de ser su perdición.

Con esa decisión, solo quedaba un ciclo eterno de dolor y tristeza.

Cruzo la puerta, esperando volver a encontrarlos. Pero... ¿Cómo murió?

Ellos también al parecer, anhelaban esa libertad.