zwölf

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Yoongi se mantenía sentado en su preciada silla giratoria, mientras que escribía en un pequeño cuadernillo, rápidamente recordó a Hyeri, y comenzó a escribir versos sobre ella y su situación. Tiempo después de haber terminando, buscó la carta. La última que ella había mandado a él.

Después de leerla no cabe destacar que estaba aún sorprendido. ¿Cómo sin conocerlo puede sentirse de esa manera respecto a él? Simplemente no lo entendía y le era muy difícil tratar de hacerlo.

-Hyung, ¿qué es eso?

-Odio que entren al estudio sin tocar la puerta antes, ¿lo sabías?

-Lo siento, de verdad...

En ese momento, Yoongi se sintió mal consigo mismo, y lo invitó a sentarse con un ademán.

El menor sonrió sentándose en el borde de la silla.

-Jimin.-lo llamó-Leela, por favor.

-¿Qué es?

Jimin ya la tenía en sus manos, el papel ya estaba algo arrugado, quizás por causa de lágrimas, y eso causó miedo en Jimin.

-Léelo.

Jimin sin tener más que hacer, la leyó. Sus ojos con cada renglón leído se hacían más grandes.

-¿Quién es ella? -preguntó de repente- ¿Hyeri?

Yoongi tomó la carta, guardándola de nuevo en su respectivo sobre.

-Alguien especial.

notes - m. yoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora