Prólogo

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3 de Marzo de 2016.

Las incursiones imperialistas siguen estando a la orden del día. Las personas han cambiado a lo largo de la historia, pero la guerra sigue siendo la misma. Son los mismos intereses, camuflados de distintas maneras, los causantes de crímenes atroces movidos por titiriteros cuyos bolsillos rebosan de dinero con almas corrompidas por la ambición. La codicia del ser humano y sus ansias de poder mueven cada día a miles de hombres armados y cientos de máquinas de combate, obligando a millones de hombres, mujeres y niños a abandonar sus hogares.

Pero no todas las incursiones son como las guerras que conocemos. Muchas de ellas están camufladas por tratos realizados por manos invisibles que comercian con la vida de las personas para saquear desde las sombras. ¿Para qué mover cientos de tropas y malgastar sus propios recursos cuando pueden pagar para corromper un gobierno y manejarlo desde su propio país? Solo hay que embolsar una suma en las manos adecuadas para tener un ejército secreto al que llamar grupo terrorista y así conseguir controlar un gobierno sin necesidad de mancharse las manos.

Finalmente las verdaderas víctimas de estas acciones son los civiles, a quienes les han arrebatado sus hogares y sus vidas a base de misiles y bombas. Aquellas personas que nunca buscaron la guerra, las mismas que solo querían una vida tranquila y cuyo único pecado ha sido nacer en unas tierras ansiadas por extranjeros, son quienes tienen que pagar el alto precio de las ambiciones ajenas con sus propias vidas.

Esta es la desafortunada historia de Sayra, una joven universitaria de Inderán, que verá su destino truncado a causa de las decisiones de quienes buscan el poder a costa de los demás. El único delito que ha cometido es el de existir, y ahora tendrá que pagar un elevado precio por las acciones de otros. Sus ambiciones eran humildes, solo quería estudiar y trabajar para conseguir labrarse un futuro mejor para ella y para sus seres más queridos, pero acabará viendo su futuro negado por culpa de la guerra.

Antes de que sigas leyendo estas páginas debo advertirte que esta historia no será ni bonita ni tendrá lo que se conoce como un final feliz. Si bien las personas y los emplazamientos que vas a conocer en esta lectura son ficticios, los hechos que en ella se verán descritos han ocurrido, y siguen y seguirán ocurriendo en la realidad. Aún así, eres libre de considerar este relato como algo ficticio si quieres seguir leyendo pero te abruma la idea de saber que hay personas más allá de nuestras fronteras que viven estos acontecimientos. Personas que, como Sayra, han visto o verán un futuro negado por culpa de las incursiones imperialistas financiadas por un sistema capitalista que colma de poder al más rico y codicioso ser humano.

Un futuro negado [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora