Capítulo 4: Se lo merecia, él muy... ¡Playboy!

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Después de mi encuentro accidentado con Bibi, por fin, puede llegar a secretaría acompañada ya por mi nueva amiga. Una vez allí una mujer bajita, regordeta y muy, muy amable, me hizo entrega del que será mi horario de asignaturas para el resto del año. Coincidiendo, mi buena suerte a veces hace escala, que Bibi y yo tenemos más o menos las mismas. Lo cual, siendo yo, ya es un gran avance. Por lo menos, tengo seguro que voy a conocer a alguien, ya es más de lo que tenía cuando entre por las puertas hace apenas veinte minutos. 

Ahora en medio de la última clase de la mañana, que es literatura, pienso en todo lo que me ha pasado desde que salí de cama esta mañana.

Cuando logre poner un pie fuera de la cama, el izquierdo por lo visto, después de que el despertador tocara como unos diez minutos... Camine hacia el cuarto de baño, donde luego de abrir el grifo de la ducha me metí debajo. Casi media hora más tarde, salí corriendo, de mi cuarto hacia la cocina. Mi madre nunca me deja salir de casa sin desayunar, así que, desayune a prisas y sin ganas. Y, a penas, quince minutos antes de que empezaran las clases salí tranquilamente de casa. Me subí a mi preciosa scooter, nótese cuanto la quiero, y me dirigí hacia este mismo instituto. Instituto en el que me tropecé con el playboy y con Bibi, quien por el momento está siendo lo mejor que me ha pasado en este día.

No solo me ha hecho las clases mucho más amenas, de lo que resultarían sin conocer a nadie, sino que; además, ha resultado ser una guía perfecta para conocer el instituto, al alumnado y al profesorado. Algo muy interesante si eres nueva en el lugar, como es mi caso.

La voz de una compañera de clase me saca del letargo, en el que la voz del profesor explicando me había inducido. Creo que se llama Loreley, todavía no recuerdo los nombres de las personas a las que he conocido hoy aunque creo que no me equivoco con el suyo, es un poco peculiar*. Como iba diciendo la voz de Loreley llama mi atención lo suficiente como para despertar, sin embargo; es su conversación, o más bien, el tema de su conversación, lo que consigue que me fije en ella.

— Él no está. ¿Crees que será verdad lo que dicen?—. Esta es su compañera, no recuerdo el nombre, que habla con mucho interés.

— No, para nada. Nadie sería capaz de hablarle así a él, además, si eso fuese verdad, él le hubiera plantado cara a quién osará hablarle así... Él no se habría callado y largado...

¿Hablan de quién yo creo que hablan? Mi sentido de la curiosidad se enciende y, aunque se que está mal, no puedo evitar seguir escuchando su interesante discusión.

— ¡O, quizás, no! ¿No te parece raro que no este aquí?

— Es Anderson. Para él no tiene una gran importancia asistir a clase, y menos a última hora. De todas formas, seguro que termina aprobando igual...

Mierda. Si que están a hablar del playboy. Y, por lo visto, o mejor dicho lo escuchado, no ha asistido a las clases hoy y además... ¿No lo necesita? No pudieron haber dicho eso. Es decir, ese tarado no puede no necesitar venir a clase para aprobar. ¿Verdad?

— Pero mucha gente dice que vio lo ocurrido...

— Lo que la gente dice, de “esos cuatro”, es relativo. Ya lo sabes.

— Pero Patty jura, y perjura, que ella lo vio con sus propios ojos...

— Puede jurar lo que ella quiera. Yo no me creeré que él se ha dejado amedrentar por una cría cualquiera.

¿Cría? ¿Cría? ¿A quién llama ella cría? Tengo dieciséis y medio, no soy una cría. Soy una mujer. Una de verdad. Y claro que se ha dejado amedrentar. Nadie lo había, seguro, nunca puesto en su sitio. Se lo merecía, él muy... ¡Playboy!

Mientras me dedico a despotricar para mi misma. Otra voz contesta desde el otro punto de la clase.

— Loreley, me da igual si crees que tu caballero andante Anderson es o no un cobarde. Lo único que me importa es enterarme de la clase.

Es Kylie quien contesta. Una morena de aspecto impecable, y notas también por lo que me ha comentado Bibi, que parece muy molesta.

— Kylie, realmente osea, no creo que saques menos nota por nuestra charla...

— Seguro que no. Pero eso no implica que me estéis causando un dolor de cabeza horrible con un tema tan insignificante, como es Anderson.

Esta chica me había caído francamente bien. Y, tengo que admitirlo, cada vez mejora mi opinión sobre ella. Tengo que hablar con Bibi para intentar incluirla en nuestro grupo.

— Anderson, osea, no es un tema insignificante.— Contesta la compañera de conversación de Loreley.

A lo que Kylie, un nombre también diferente si lo piensas, responde.

— Yo creo que si.— La sinceridad suena de tal manera en su voz que no puedo evitar darle la razón.

— Yo también lo creo.

Mi comentario hace que las tres se giren, a un mismo tiempo, hacia mi. Yo, sin embargo, me limito a mantener la cabeza alta. Loreley, mirándome de arriba a abajo, me pregunta:

— ¿Y tú eres?

— La cría que ha amedrentado a Anderson.

Las caras, de las dos amigas, muestran estupefacción y sorpresa. La de Kylie, por el contrario, me sonríe. Le devuelvo la sonrisa. Creo que seremos buenas amigas.

Hola!!! ;)

Antes de nada:

Loreley: nombre extraño por su origen germano y por su significado. Es el nombre de una roca que hay sobre el río Rin donde se contaba que una sirena salía y se posaba. Su significado mitológico hace referencia a una dulce sirena.
Creo que Loreley será todo menos dulce en esta historia... :p Una mera opinión. Jajjajaja

Kylie: tiene origen aborigen y proviene de un lenguaje indígena australiano que quiere decirBoomerang'. Tampoco es un nombre muy común.

Ahora:

Nuevos personajes. ¿Qué os parecen?
Yo creo que van a ser importantes. Lo veremos...
En los próximos capítulos...

Chidreams-Chigirl

Rosas Blancas y Chocolate RojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora