¿Propesta?

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Que día tan cansado. Bueno, más bien, días.

Dos días de juegos, risas, accidentes y de más en una excursión hecha por seis chicas y ocho chicos (aunque dos de ellos eran pareja gay). Cada quien iba con su respectiva pareja. Se había hecho el viaje con tal de que los novios de todas se conocieran bien y funcionó. Se llevaron de manera espectacular y ya estaban planeando su próximo viaje juntos.

Después de esos dos días ya cada quien con su cada cual debía de tomar su momento de privacidad.

La chica de ojos verdes y el chico de ojos claros fueron a un maravilloso restaurante a pasar su ultima noche en aquel lugar.

La chica de tez morena y el chico de cabello castaño oscuro fueron a caminar por una colina y ver la puesta de sol.

La chica de ojos ámbar y el chico de cabello castaño claro fueron al cine mas cercano que había en el lugar.

La chica de baja estatura y el chico del tatuaje de león fueron a un SPA para parejas que había.

La chica de los ojos rasgados y el chico de igual manera fueron a jugar gotcha.

La pareja gay no dijeron que harían, pero no creo que importara mucho en aquel momento, el caso es que se la pasaron bien a su manera

Y por ultimo la chica ojos miel y el chico se ojos café se quedaron en una habitación viendo películas.

Los dos con el aire acondicionado a baja temperatura, bien arropados con una manta, sobre un sillón cómodo; uno junto al otro sin interrupciones.

El chico estaba algo nervioso y la chica no sabia porqué así que lo ignoró.

Después de dos películas enteras, ya a la mitad de la tercera la chica se estaba durmiendo pero el chico distraído no se había dado cuenta. Ella estaba recargada sobre el hombro de él. El de ojos cafés tomo valor.

-¿Sabes? Ya estoy a punto de terminar mi carrera -dijo un poco nervioso-y parece que las cosas van bien, pronto sacare una casa y tendré un trabajo fijo.

Ella no estaba respondiendo. A lo mejor la película era bastante de su agrado.

-Verás... yo quisiera preguntarte algo-la respuesta de ella fue un "Hmmmm" y él de su bolsillo del pantalón de pijama saco una caja pequeña de terciopelo azul marino -De verdad quisiera tenerte el resto de mi vida contigo y siento que es lo debo hacer... Tú... Tú... ¿Tú quisieras casarte conmigo?

La chica parecía no dar señales de vida normal solo dijo "Si acepto" en un susurro y extendió la mano hacia él. Por acto reflejo el de ojos color café saco el anillo de oro blanco de la caja y se puso en el meñique (señal de promesa) y luego ella bajo el brazo.

-Esperaba otra clase de reacción de tu parte pero... -la frase quedo a medias ya que escuchó un pequeño pero singular ronquido a su lado. ¡Se había quedado dormida!

Sonrió ante eso.

Habían pasado días gastando energía y de noches sin dormir que era entendible que tuviera tanto sueño. Se levanto con cuidado de su asiento y vio como caía a un lado.

-Hermosa... -le llamo -anda a la cama -pero solo escucho un quejido por parte de ella. Sabia que no habría remedio así que la tomo en brazos y la llevo hasta la habitación. Se veía tierna mientras dormía. Le dio un beso en la frente y fue a levantar todo lo que habían dejado en el sofá.

Miro el reloj. 7:30pm. Aun era algo temprano, mejor se fue a preparar un café y ver un poco más de televisión para perder el rato antes de ir a la cama.

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Ella estaba tanteando la cama a su lado buscando algo, cuando lo sintió se dio la vuelta y abrazó lo que había tocado.

Ese era de sus lugares favoritos, estar recostada sobre el chico se ojos café y a él le agrada tenerla tan cerca en las mañanas.

-Buenos días bella durmiente -dijo él.

-Hola... -respondió la otra con voz cansada -Tuve un sueño maravilloso.

-¿Así? Tu dirás.

-Soñe que pedías casarte contigo -se sonrojó al decir esto -Lo raro fue que lo hiciste mientras veíamos la película de ayer. Decías algo bonito y luego yo levante la mano así y... -levantó la mano derecha y vio su dedo meñique. Se quedó en piedra en momento. -No... No... No...

-No fue un sueño -logró completar él con una sonrisa en la cara.

-Tú... Yo... Papás...

-Tu padre es terco pero tu mamá le dijo que ya era tiempo, que estabas entrando a los 27 y que esa era una buena edad para el matrimonio

Ella no apartaba la vista de su dedo.

-Dios mío... -susurró -Yo... Yo... Yo... -el chico se estaba preocupando. Quizá se lo hubiera dicho en otro momento o quizá cuando cenáramos esta noche en casa o quizá... -¡ME VOY A CASAR!... -gritó ella y se levantó de la cama de un salto para luego señalarlo y decir -¡CONTIGO! - luego se volvió a tirar a la cama pero quedando sobre el chico de ojos café. Lo miró directamente y le dio un beso en los labio. El otro encantado se devolvió el gesto tomándola de la cintura y atrayéndola más hacia él.

Cuando se separaron ella volvió a besarlo pero de manera corta.

-Me acabas de hacer la mujer más feliz de toda la galaxia... - el otro sonrió y poso una mano en su mejilla -gracias... - estuvo a punto de volver a besarlo cuando su teléfono sonó. Miró la pantalla y vio que era su amiga de ojos verde -siempre interrumpiendo momentos desde la preparatoria. -contestó la llamada y lo primero que dijo, o mas bien gritó, al contestar fue -¡ME VOY A CASAR! -y el chico claramente oyó como gritaba su amiga del otro lado de la línea.

Luego de eso fueron gritos y gritos. Después ella, aun en pijama, salió del cuarto hasta el comedor donde ya encontraban casi todos los demás. Sus amigas llegaron y la abrazaron y gritaron como locas y los chicos solo miraban la escena con cara de "chicas tenían que ser".

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