-¡Bravo! Lo hiciste de nuevo - aplaudió Bill
-¡Ya, Bill! Me siento muy culpable por eso - dije
-No dejarè que bebas otra vez - frunció el ceño. Bill y yo querìamos tomar un café de Starbucks, asì que, aprovechando el tiempo libre que tenìamos, estábamos en dos sillones dentro del establecimiento; no nos quedarìamos con las ganas
-¿Debería disculparme? - preguntè
-¡Claro que sì! - respondió mi rubio amigo como si hubiera hecho una pregunta estúpida
-Me ha tratado de la mierda, Bill - hablè molesto - no creo que se lo merezca
-No sabes por que es asì, probablemente le recuerdas a alguien que odie - explicó mi alto amigo - Y no por que te trate de esa manera tù la trataràs igual, ¿o sì? - nuevamente tenìa razón el menor de los Kaulitz
-Cierto - girè los ojos - ¿Por qué siempre tienes razón?
-Porque soy perfecto - pasò sus dedos por su cabello y ambos reímos
-Si la conocieras, te volverías loco - dije - es tan...¡fastidiosa! Mi calma se va cuando la veo
-Sòlo la has visto un par de veces, Gus - mordió su pastelillo - no debería importarte, sòlo es tu vecina
-Pero tengo que verla cuando mi mamà las invita, debo ser maduro y no huir de ella siempre que la vea - dije - mejor hablemos de...tu ropa, creo que es genial - desde que conocía a Bill me había gustado su forma de vestir tan exótica
-En primera, tù eres el que està hablando de eso; y en segunda, que tierno - rió audiblemente. Llevaba jeans negros con una camisa a cuadros roja con negro y blanco, y un abrigo negro, algo se me hacìa familiar - la camisa me la regalò Gordon, me gusta porque...
-Ahora que lo pienso - lo interrumpì - tù y ella se parecen - rasqué mi barbilla
-¿Gracias? - alzó una ceja
-Sì, ambos son rubios y se visten algo...extravagantes - moví mi mano señalando su ropa - justamente Camille llevaba una camisa asì cuando la conocí
-Quieres decir que... - Bill guardò silencio por un momento - ...¿también te gusto? - volvió a bromear mientras alzaba las cejas pícaro, era tan poco maduro
-¡Bill! - le di un pequeño empujón - ¡ella no me gusta! Es tan pesada y...-me di cuenta que estaba hablando de la rubia...otra vez - deja de hacerme hablar de ella - le di la espalda - si no fueras mi amigo te la presentaría, y aun asì seguiría siendo cruel de mi parte - reì mientras Bill negaba con la cabeza
-Serìa un placer conocerla - dijo Bill sonriendo.
-Mejor tú cuéntame algo - dije nuevamente y, gracias a eso, por fin pude hablar de otra cosa que no fuera Camille.
Era relajador estar en mi querida Alemania con mi familia y amigis. David nos había traído de regreso por error, no nos necesitaban, sólo nos habían avisado que había un problema; daba lo mismo ya que en una semana tenía que estar de regreso en LA.
Después del café, un paseo y fotos con las fans que nos reconocían, subimos a la camioneta de Bill dirigiéndonos a mi casa. Despues de unos minutos llegamos a mi casa, bajé y me recargue en la ventana del piloto.-¿No quieres pasar? - pregunté
-No, tengo que llegar a cenar a casa - explicó - mi madre podría matarme si no llego - sonrió
-Bien - me separé un poco - nos vemos mañana - me despedí
-¡Y ve a pedir una disculpa, Gustav Schäfer! - gritó antes de arrancar.
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I Will Be (Gustav Schäfer)
Romance-Gustav, escuchame. -La rubia lo detuvo - necesito decirte algo...- fue interrumpida. -¡No! Hace meses, cuándo no llegaste al aeropuerto dejaste todo muy claro, Camille. -El de lentes estaba molesto y sus ojos comenzaban a cristalizarse al recordar...