Capítulo 1 : "Que rubia, por dios".

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- Ely, levántate, vamos a perder el ómnibus y todo va a ser tu maldita culpa- me gritó Shamira desde la cocina, yo me levante lo mas rapído posible, intentando con todas mis fuerzas no enredarme en una de la sabanas

Adivinen...Si, me caí de bruces al suelo. Ya me parecía un canelón todo enredado.

Reí por la imagen que de repente apareció en mi cerebro. Pero rápidamente borré la imagen y me vestí con la ropa que ya tenia preparada para hoy.

Me paré frente al espejo y peine mi cabello negro y lacio, lo deje suelto. Luego fui al baño y cepillé mis dientes. Cuando salí de el baño, antes de ir a la cocina me di cuenta que mi otra amiga estaba durmiendo, corrí a llamarla.

-Alice, ¡PERDIMOS EL ÓMNIBUS POR TU CULPA! - ella abrió los ojos espantada, me vio riendo y sus ojos celestes se cerraron con fastidio - Sham ya tiene el desayuno pronto. Te esperamos en la cocina, ponte linda.

Baje las escaleras de mi casa riendo y me dirigí a la cocina en donde mi amiga morocha y de ojos verdes se encontraba con el celular, sonriente.

- ¿Se puede saber porque estas sonriendo tan maléficamente? - le dije, ella me miro y amplio mas su sonrisa.

¿¡Que rayos!?¿ahora que le pasaba? Las veces que veíamos sonreír a Sham eran contadas, ella era bastante sería.

Me senté en la silla, frente a ella y tomé una tostada de un plato que estaba frente a la morocha, lo que hizo que me fulminára con la mirada. Sonreí.

-Hola dormilona, se supone que la dueña de la casa, que eres tú, se tiene que levantar mas temprano ¿no? - me dijo con una ceja levantada - Maldita floja.

Oh, maldita perra. Me viene a criticar con eso.

-Si, eso es cierto, ¿pero la sonrisa que motivo tiene?

-Dice Joel que su universidad se unió a la nuestra y que van al mismo campamento que nosotras, lo que significa que me voy a encontrar con el. - me dijo con un chillido de chica fresa. Rápidamente se puso sería y evito mi mirada curiosa.

Shamira era todo lo contrario a una chiquilla fresa, se vestía de negro, al estilo "chica mala".

Peeero al fin conocería al "príncipe azul" de Sham. Y si eso sería el significado de su sonrisa, me gustaba verla feliz.

-¿En que piensas? - me dijo la morocha con mirada cautelosa. La misma mirada que me daba siempre, cuando me metía en lo más profundo de mis pensamientos.

Ella sabia que muy en el fondo aún estaba mal por lo sucedido hace unos meses. Pero no lo demostraría para nadie más.

- En nada...- murmuré, sin querer decir aquel nombre que había provocado amor, lágrimas y ahora una simple repulsión.

- Linda, deja de pensar sobre eso...- susurró ella sonriendo cariñosamente.

Sólo habían pasado unos meses. Y odiaba esa mirada llena de lástima, ella sabía que odiaba eso.

"Eres tan estúpida, no significas nada" esa voz se repetía.

- Y lo hago, no pienso en eso...- susurré con mi mirada pérdida.

Entró Alice a la cocina, tarareando una canción y dando pequeños saltitos. Si, Alice era todo lo contrario a Sham, y el vestido rosa con los taconazos aguja que llevaba demostraba todo.
La castaña de ojos verdes me miro fijamente:

- Si lo piensas Ely...- habló la recién llegada, señalandome con su dedo acusatorio al tiempo que me sonrió y yo asentí.

Lo pensaba, y odiaba pensarlo, bien sabía que él no merecía ni uno de mis pensamientos, él no lo merecía.

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