Emma
Para cuando termine de hablar ya me encontraba llorando como un pequeño niño perdido en el centro comercial, lleno de temor y demasiado asustado. Tocar el tema del accidente y la muerte de mis padres había sido demasiado difícil, era algo de lo que me había negado en hablar por meses, ni con tía Lucía me gustaba hablar al respecto, pero ahora lo había hecho porque deseaba más que nada arreglar las cosas con el hombre que tenía frente a mi
Aunque al parecer las cosas no serían así
Alessandro ni siquiera me miraba, tenía su vista en cualquier punto de la casa menos en mí y eso solo me hacía entender que nada había cambiado sino él ya estuviera abrazándome y diciéndome que todo estaría bien como siempre solía hacer con palabras dulces y tiernas llenas de amor
-Siento mucho lo de tus padres- hablo luego de unos minutos que para mí parecieron ser horas -Me imagino lo difícil que tuvo que ser- asentí
-Lo fue- acepte -Lo es y lo seguirá siendo, a pesar de todo eran mis padres y los amaba y sé que ellos me amaban- nuevamente mis ojos que no tenían mucho de estar secos volvieron a humedecer
-Todo pudo haber sido tan diferente- menciono mientras se ponía de pie -solo tenías que confiar en mi
-Confío en ti, por eso te lo he contado- respondí con rapidez ante sus palabras
-No- dijo nuevamente con tono frio -Ahora me lo has contado porque yo sabía todo de una manera errónea, no fue por tu voluntad Emma- baje mi cabeza por vergüenza
Él tenía razón
-Pero lo iba a hacer, te lo juro- dije aun sin mirarlo -si Valeria no hubiera llegado a esta hora tu igual sabrías todo de mi boca
-El mañana no existe Emma, te lo dije una vez- me recordó -te dije que nada nos aseguraba que el mañana llegara y si no aprovechábamos el hoy nos podríamos arrepentir ¿Lo recuerdas?- me interrogo y yo asentí aun sin poder mirarlo
-Sé que me equivoque Alessandro, sé que tuve que ser yo quien te contara todo desde mucho antes, pero también tu entiéndeme a mí- levante mi rostro y seque las lágrimas que caían por mis mejillas -no ha sido fácil, la muerte de mis padres no tiene ni seis meses y yo...tenía miedo- confesé -moría de miedo al pensar que cuando lo supieras tú me rechazarías como mi familia lo hizo y como me culpo de su muerte-
-Lo hubiera entendido- me contesto exaltado
-Pero eso no lo sabía ¿Cómo podría saberlo? ¡Demonios!- dije con amargura y tristeza -entiende que todos me señalaban, todos se burlaron y trataron mal, tenía miedo que tú lo hicieras porque para mí no ha sido fácil-
-Tu problema es que crees que todos somos iguales y no es así- me dijo con arrogancia
-Y tu problema es que no quieres dejar a un lado tu estúpido enojo-
-Tú crees que todo es tan fácil como sonreír Emma-
-Pues adivina, para mi sonreír no ha sido tan fácil-
-Sabes esto no nos llevara a nada, lo mejor es que me vaya- lo mire confundida
¿Irse? Pero si no habíamos solucionado nada
-Espera- lo detuve antes que avanzara hacia la salida -¿Qué pasa con nosotros?- estaba de espalda pero por el movimiento de hombros note que había suspirado profundamente
-No tiene caso- y juro que escuche mi corazón romperse
-Alessandro- me acerque a él y lo abrase por detrás -sé que actué mal, que debía decirte todo antes pero ahora lo sabes y te juro que no hay más secretos- lo abrase más fuerte -Te amo- quito mis manos de su cintura con suavidad y se giró para quedar cara a cara
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"Quedate Conmigo" [EDITANDO]
Romansa"Los secretos son un arma de doble filo, pueden unirnos o destruirnos, tu eliges" Emma guarda demasiados secretos de los cuales piensa que puede huir al cambiarse de ciudad y comenzar desde cero, pero ¿le será posible o en verdad el pasado siempre...