One-shot

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Hoy es 18 de agosto, el día tachado en tu calendario como una fecha importante, un día bastante tranquilo en el vecindario. Miras por la ventana de la cocina observando como los hijos de tu vecino juegan en su patio trasero, te parece curioso que no se encuentre con ellos su padre, por lo general siempre están con él, sino es peleando con las pistolas de agua, o jugando en el pasamanos y los columpios, así que supones que se encuentra peleando por teléfono de nueva cuenta con su esposa, ya llevan algunas semanas en trámites de divorcio y estas seguro de que ella está enfadada, porque él tiene más posibilidades de ganar la custodia. Suspiras, el amor a veces era algo tan complicado.

Pasas la taza de café por tus labios y degustas primeramente el aroma de lo recién hecho, los granos de café que se impregnan en ti dejando a su paso un sentimiento de paz, como un sutil toque antes de beber un sorbo, sintiendo como la punta de tu lengua se quema un poco al primer trago, posteriormente sólo te acostumbras al calor y es que no hay nada mejor que un café en la mañana.

— Buenos días.... — escuchas la voz de tu novio a tus espaldas. Tú sigues mirando por la ventana. Los niños están peleando.

— Buenos días... — contestas con voz baja, dejando la taza de café en el fregadero una vez que te has bebido todo el contenido, sientes como poco a poco el líquido caliente se aloja en tu estómago. Uno de los niños llora, en cualquier momento su padre vendrá.

Sientes unos brazos rodeando tu cintura y tú aceptas el gesto, puede que el día siga igual de tranquilo como lo esperabas, pero rápidamente cambias de idea al darte cuenta de que mueve los dedos de sus manos en una tentativa por buscar tu sexo por sobre la ropa.

—Willy, ¿Quieres desayunar? — preguntas con voz pasiva y un poco cariñosa, al menos aparentas estar tranquilo, quieres aplazar un poco lo que viene todo lo que sea posible.

— Claro... — sientes por un momento un alivio, quizá solo te has equivocado por un momento y no es lo que piensas, quizá Willy te dejaría en paz, sin embargo dura muy poco— Quiero desayunarte — sientes su respiración en tu nuca y un pequeño beso en la misma te descoloca un poco, sus manos siguen jugueteando en tu cintura sin permitirte un escape. Tú te quedas estático en tu lugar, sabes lo que tienes que hacer. Tu mirada sigue enfocada en los niños, al parecer la pelea infantil continuará dentro de casa, quizá su padre pueda por fin ponerles atención.

­— Willy... — murmuras y tus manos se acercan hasta las de él, para posteriormente tomarlas y acariciarlas poco a poco — Primero deberíamos desayunar ¿No lo crees? Todo es mejor cuando tienes el estómago lleno. —esperas que tu voz no se oiga desesperada.

­— Pero tengo hambre de ti... quiero que seas lo primero que devore el día de hoy... — te sujeta con más fuerza contra sí, logrando así restregar contra tu trasero su erección atrapada en los pantalones. Está excitado y sabes que no habrá nada que lo detenga para tomarte.

— Pero... hoy es un lindo día ¿no quieres dejar eso para lo noche? — es tu último intento.

— ¡Ya te he dicho que no! — Oh no, Willy se ha enojado. Sientes como te suelta para rápidamente -y sin que tú puedas detenerlo- toma un cuchillo del fregadero y lo coloca en su cuello. Tú te has girado para ver qué es lo que hará, esperando a que tú seas el afectado, pero no es así, parece que esta vez no.

— Willy, detente... sabes que ninguno quiere esto ­ — No es la primera vez que lo hace, algunos meses atrás también te había chantajeado de aquella forma para que tú accedieras a sus pequeños caprichos sádicos, decir que había sido doloroso era poco, aquel día lo recuerdas como uno de los peores, contigo amarrado en la cama lleno de cortes por todo el cuerpo, moretones, semen y un dolor en el culo que no se fue hasta días después. Pero para tu suerte en aquella ocasión Guillermo te había salvado.

Saga Psique: Personalidad Múltiple -One-shot Wigetta- Donde viven las historias. Descúbrelo ahora