Capítulo 1

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Londres,

1 de Septiembre de 1986

Elliot se había levantado media hora antes de que su despertador sonara, quería estar preparado para el día. Empezaban las clases, cosa que él amaba, porque sabía que allí estaba su hermosa novia y todos los amigos que le querían. Decidió que tenía hambre y aunque sabía que tenía que esperar a sus padres para desayunar, como siempre, quiso picar algo ya que se estaba muriendo de hambre. Se miró al espejo antes de salir, solamente para asegurarse de que estaba perfecto. Al abrir la puerta se chocó con una de las sirvientas y para su suerte, la que más odiaba, Rebecca Hunter, el diablo en tacones. Solamente tenía 16 años pero trabajaba en su casa ya que sus padres murieron debiéndole una deuda enorme a su familia y la pagaba trabajando para la prestigiosa familia Hamilton. 

-Mira por donde caminas. - le dijo Elliot de mal humor.

-Muerete.

-Ya te gustaría. 

Se volvieron a chocar los hombros a propósito y Elliot empezó a bajar las escaleras.  Pero se paró a mitad de camino, miró atrás y vio como Rebecca limpiaba los cuadros con un plumero mientras movía sus caderas seguramente al ritmo de alguna canción que estaba sonando en su cabeza. Se rió de ella.

-¿Que crees que estás haciendo? - Rebecca se giró asustada. 

-No me asustes, suenas como tu padre. 

-No des excusas y baja a hacerme algo para comer. 

-Como desees. - Dijo con una sonrisa sarcástica. 

Los dos bajaron a la cocina y Rebecca preparó algo rápido para que el chico no se quejase. Le tiró el plato en la mesa cuando acabó. 

-¿Que es esto? - miró la pequeña taza de té y las dos tostadas quemadas. 

-Comida. 

Elliot resopló y se lo comió rápido ya que en media hora sus padres y sus hermanos bajarían para desayunar algo más decente. 

-¿Ya has preparado el desayuno para toda la familia? 

-No es mi trabajo. - Rebecca salió de la habitación sin decir nada más. 

-¿A donde vas? 

-A prepararme, no eres el único que empieza el instituto hoy, ¿o quieres que vaya al instituto con el uniforme? - Rebecca vivía en esa mansión, pero en la caseta de la piscina, que era suficientemente espaciosa para ella. 

-Para la mierda de instituto al que vas, seguiré siendo tu jefe incluso cuando te gradúes. 

-Rico estúpido. - Elliot hizo como que no escuchó eso, pero si su padre se enteraba de como Rebecca trataba a Elliot la despediría de inmediato. 

La media hora pasó y Elliot se encontraba en la mesa devorando su desayuno mientras su padre hablaba de lo bien que iba su negocio y pensando en lo desgraciada que era Rebecca desayunando en la cocina lo que sobró del desayuno que habían preparado. Justo en ese momento ella salió de la cocina. 

-Señor Hamilton, he acabado con mi trabajo, me dirijo al instituto ahora. 

-Si, una pena que vayas al instituto, podrías seguir limpiando durante el día. ¿Pero que le vamos a hacer? - su padre hizo una pausa y miró a su hijo - Elliot, veo que ya has acabado el desayuno, llévala al instituto y luego ve al tuyo. El cochero llevará a tus hermanos al instituto.

-Padre, ¿Porque tengo que hacer eso? 

-No querrás que Rebecca utilice nuestro chofer o vaya caminando, ¿verdad? 

Cuando nadie hablaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora