Capítulo 5

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Elliot abrió los ojos lentamente, volvió a ver esa luz cegadora que había visto la última vez que cerró los ojos. Se intentó incorporar, pero sintió un dolor punzante en las sienes y volvió a bajar la cabeza. 

-¡Se ha despertado!

Empezó a ser un poco consciente de su entorno. Estaba en un hospital, todavía no podía ver bien del todo, pero olía a un hospital. Intentó con la vista mirar a su alrededor. Vio a su hermano a su lado, agarrando de su mano y mirándolo como si esperase algo. Sus padres entraron en la habitación corriendo, los dos seguían vestidos de gala, cosa que le dio a entender que no había pasado mucho tiempo. 

-¿Que ha pasado? - dijo Elliot moribundo, tenía la boca seca. 

-Elliot, mi amor, has tenido un accidente con el coche. - su madre se puso al lado de él y le acarició las mejillas. 

De pronto Elliot recordó lo que había pasado la noche anterior. 

-Elliot, ¿Se puede saber que hacías en plena noche conduciendo? - su padre le preguntó acercándose a él - Casi nos matas del susto. 

-L-lo siento, quería salir a despejarme un poco. 

Su padre suspiró y le revolvió el pelo. Elliot se tocó la frente porque le empezó a doler, notó una venda alrededor de ella. 

-El médico ha dicho que solamente ha sido una contusión y que estarás bien, pero quieren que estés en observación unos tres días. - su madre le explicó. Elliot asintió lentamente. 

Su madre tenía el maquillaje de los ojos corrido, se notaba que había estado llorando, ya no quedaba casi pintalabios en sus labios y su precioso peinado estaba revuelto. Su padre tenía la corbata medio deshecha y el traje arrugado. En cambio su hermano seguía con el pijama, pero con zapatillas y una chaqueta para taparlo un poco. 

-Mamá, papá, podéis iros a casa, estoy bien. Damien tú también. 

Sus padres se miraron, pensando si podían hacerlo o no. Finalmente su madre le dio un beso y se levantó para irse con su padre, que le dirigió una mirada, como despidiéndose. Su hermano le dio un abrazo y los tres se dirigieron a la puerta. En el momento en el que salieron se encontraron a Rebecca entrando, les sonrió a los padres de Elliot, Damien le revolvió el pelo y ella entró. 

Becca se acercó hasta la cama jugando nerviosamente con las mangas de su suéter, que le eran demasiado largas y le tapaban las manos. Se sentó en la silla en la que estaba Damien previamente. Estuvieron los dos callados por unos momentos, Rebecca se colocó uno de sus mechones detrás de su oreja justos antes de hablar. 

-Lo siento mucho. - se precipitó a decir rápidamente. 

-¿Por qué? - Elliot no lo entendía. 

-Si yo no te hubiera dicho nada, tú no habrías ido y estarías tranquilamente en tu habitación. - Rebecca se veía arrepentida, muy arrepentida. 

-No. - Elliot hizo una pausa intentando incorporarse, pero le retumbó la cabeza y volvió a recostarse - No, Rebecca, no ha sido culpa tuya. Yo había insistido, tú no has tenido nada que ver con esto. 

-Aún así me siento un poco culpable por todo esto. 

-¿Donde están los niños? - le preguntó Elliot, intentando cambiar de tema. 

-Los he llevado a su casa apenas han llamado a casa para avisar de tu accidente. 

-¿Que hora es? 

-Son las ocho de la mañana. 

-¿Y hace cuanto tiempo que llevo dormido?

-Alrededor de una hora más o menos. 

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⏰ Última actualización: Oct 29, 2016 ⏰

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