Capitulo 1

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Es interesante la manera en la que lo conocí. Trabaja en una empresa en la cual es un socio aunque ahora se ha convertido en el gerente general por ser el socio mayoritario.

Recuerdo que era mi primer día de trabajo como jefe de mercadotecnia y que había tenido suerte de que me contrataran aún cuando no contaba con mucha experiencia.

Ese día caminaba por uno de los pasillos cuando al levantar la vista lo vi y quede prendado de su imagen: alto, cabello castaño y un poco alborotado, vistiendo un traje negro con camisa blanca y corbata azul, ojos oscuros, mirada profunda, sin rastro de una sonrisa solo una profunda seriedad mientras hablaba por celular caminando en mi dirección.

Parecía un sueño, jamas había visto a alguien así...

Y sin saber como me encontré en el piso y lo único que hice en ese momento fue parpadear intentando entender que pasó hasta que una mano se posó en mí brazo.

-¿Estás bien? -esa voz me hizo levantar el rostro para encontrarme de frente con él.

Por dios, era más hermoso de cerca e inmediatamente me sonroje, no solo por mis pensamientos sino por el espectáculo de caerme con él presenciándolo. Mi madre solía decirme que la primera impresión cuenta mucho, ¿qué impresión podría haberle dado en estos momentos?

Moría de vergüenza al igual que Anastasia en esa escena, esa en la que entra a la oficina de Grey para realizar la entrevista y cae de rodillas con las manos apoyadas en el piso justo en la entrada. Ahora entendía lo que sintió justo en ese momento.

Conociendo al hombre de sus fantasías en la más humillante situación.

-Si... -contesté nervioso listo para levantarme. Cuando lo hice el también lo hizo extendiéndome mis cosas pues las había soltado ante la caída. -Gracias -me incliné ligeramente en forma de agradecimiento sin atreverme a verlo a los ojos.

-Se más cuidado para la próxima- su voz estaba carente de emociones y después de hablar se fue. Su voz... profunda y demandante.

Desde ese día se volvió una de mis fantasías, sí, fantasía pero no en el sentido sexual. Lo que me atrajo fue su comportamiento, intrigante, carente de emociones y afecto.

Con el paso de los días supe que su nombre era Cho Kyuhyun y nunca sonreía. ¿La razón? Nadie la sabía. Pensé que sería el clásico casanova que salía de fiesta y se acostaba con diferentes personas cada noche, su imagen ayudaba fundamentando mi teoría pero no. Nadie, repito, nadie le conocía ninguna cita o relación, todos aseguraban que nunca lo habían visto coqueteando con alguien y de su secretaria escuche que creían que era gay. Suspire. ¿Les suena eso?

Me sentí como Anastasia Stell en Fifty Shadows of Grey, vamos, casi todo mundo ha leído el libro y si no, mínimo verán la película.

Como sea, yo no sería Ana ya que Kyuhyun ni siquiera me miraba cuando me cruzaba con él. Siempre me pasaba de largo así que termine por acostumbrarme y después de un par de veces opte por hacer lo mismo.

Ninguno en este edificio estaba en contra de que pudiera ser homosexual pero creían que podría ocultarlo para mantener su porte intimidante e imponer su autoridad.

Gran error.

Más tarde descubriría que esa no era la razón. Kyuhyun no era como Christian Grey atravesando por un tratamiento de terapia breve en soluciones y tampoco le iba el BDSM.

Me reí de mis pensamientos, no debí leer ese libro.

Por suerte yo no estaba acomplejado como Anastasia Stell, la sumisión no era lo mío y de la virginidad mejor ni hablamos.

Sin sentidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora