Capitulo 2

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Esa vez me llevo a un lugar reservado, de esos en los que las personas tienen privacidad, solo nosotros dos. Sentí la intriga recorrer mi cuerpo por lo que pasaría a partir de ese momento. No esperaba una declaración o algo por el estilo pero sabía que nuestra relación cambiaría. Mi mente se anticipó a dos cosas que Kyuhyun pudiera hacer: mantenerme cerca o... alejarme definitivamente.
-Deja de pensar- levante mi vista hacia él. Me miraba con expresión relajada, ninguno dijo nada más conservando la conexión entre nuestras miradas como si quisiéramos leer los pensamientos del otro hasta que la comida llego.
Había pedido una ensalada, necesitaba algo ligero en estos momentos pues no creí poder digerir algo más elaborado y para acompañarla una copa de vino, ambos compartíamos el gusto por esta bebida. Me di cuenta de ello desde el primer día, su expresión al sentir el líquido resbalar por su garganta lo decía todo. Esta vez la botella fue diferente, la cosecha a la que pertenecía era importante y no quería imaginarme su precio aunque internamente agradecí poder disfrutarlo con él.
-¿No dirás nada?- cuestiono mirándome. Quedaba menos de la mitad de comida frente a nosotros y ninguno había dicho nada.
-¿Y tú?- deje le formalidad porque para mí fue obvio que esta vez íbamos más allá de una relación jefe-empleado, además de que olvide que nunca debes responder una pregunta con otra pregunta.
-Tengo algo- una ligera sonrisa se formó en su rostro.
-Dilo- no pude devolver la sonrisa, su mirada era intensa y me mantenía estático en mi lugar así que desvié la vista continuando con mi comida.
-Me gustas- mi mano quedó a la mitad de camino hacia mi boca. ¿Que fue lo que dijo? Le mire con confusión, seguro mi mente jugaba conmigo así que una sonrisa se formó en mi rostro, apreciando su buena broma. -Hablo en serio.
-¿Qué?
-Me gustas- su mirada se volvió profunda, su rostro serio. Yo no sabía que contestar, estaba mudo, mirándolo. Su seriedad me decía que no mentía. ¿En verdad sería posible?
-Kyuhyun... yo- ¿debería decirle que también me gustaba? Esa pregunta se repitió muchas veces en mi cabeza durante pocos segundos y ante mi silencio, Kyuhyun tomo la iniciativa levantándose de su lugar para sentarse junto a mí. Yo... yo solo le mire a los ojos hipnotizado por su manera de verme, perdido en la profundidad de su mirada...
-Min...- susurro lentamente y yo me derretí. Si lo que hacía estaba bien o mal, poco me importaba. Lo quería conmigo y si Kyuhyun me permitía entrar a su vida, me aferraría para quedarme y disfrutar de su compañía.
Subió una mano posándola en mi cuello, acercándome a él y me beso. Sentí sus labios moverse sobre los míos, despacio, delicadamente. Correspondí a su caricia torpemente pero adaptándome rápido para luego profundizarlo más, tome sus labios entre los míos colocando mis manos sobre su pecho asegurándome de que en verdad sucedía. Disfrute su sabor y suavidad hasta que la necesidad de oxigeno nos hizo separarnos. Sentí su nariz rozar con la mía provocando que sonriera como un tonto. Estaba perdido. Oficialmente estaba enamorado de Cho Kyuhyun.

A partir de ese día nos reuníamos a comer en el mismo lugar, donde aprovechaba para besarme. Este era el único lugar donde lo hacía, fuera de ahí seguíamos siendo jefe-empleado, nada de demostraciones cariñosas, miradas o sonrisas que pudieran delatarnos. Sonreí con tristeza, ¿recuerdan que mencione a Anastasia Steele? Bien, pues la envidiaba. A ella Christian la tomo de la mano solo para ir a beber un café sin importarle que alguien lo reconociera. Christian cambio porque se enamoró, lucho por adaptarse a ella y esa es la parte más importante de la historia. Cambiar por amor. Sacudí mi cabeza. Definitivamente no debí leer ese libro, únicamente me esta hundiendo, pero la curiosidad pudo más y me uní al "Fenómeno Mundial" justo cuando conocí a Cho Kyuhyun.

Ahora quería golpearme mentalmente, debí meditar sobre la razón para ello, él me dijo que tenía que cuidar su privacidad pero yo no merecía que me negara en público pero callé. Callé cuando me invito a su departamento por primera vez.
-¿Quieres tomar algo?- me ofreció.
-No- sonreí con timidez. ¡Timidez! Por favor, tenía 26 años y me sentía como una chica de 16 frente a su primera vez. Sabía lo que pasaría en ese lugar e imaginarlo me ponía peor. Kyuhyun era un sueño. Media más de 1.80, cabello castaño, ojos oscuros, labios delgados, espalda ancha, músculos definidos, piernas largas, encantadores muslos...
Me sonroje. Empezaba a sentir el calor recorrer mi cuerpo concentrándose en un punto en específico bajo mi cintura.
-¿Necesitas ayuda?- susurro en mi oído desde mi espalda haciéndome estremecer. Baje la vista y note que tenía un problema, me avergoncé aún más.
Kyuhyun me rodeo con sus brazos y beso mi nuca continuando por mi cuello, ladee mi cabeza dándole más acceso. Una especie de corriente recorrió mi cuerpo y sus caricias provocaron estragos en mí cuando su lengua empezó a acompañar sus besos.
-Kyu...- suspire. Sus manos subieron por mi torso y empezó a desabotonar mi camisa.
-Me gustas, Sungmin- susurro en mi oído y me giro para quedar frente a él. Ambos nos mirábamos, lo deseaba y sabíamos que no nos detendríamos.

Parpadee con confusión y mire a mi alrededor, en ese momento me encontraba caminando por un parque lleno de áreas verdes y grandes árboles de una zona bastante privilegiada. Una zona que definitivamente no era la mía. Regresaba a casa pensando en Kyuhyun. Las sonrisas bobas y suspiros se estaban haciendo costumbre en mí. Llevábamos casi un año juntos...
-¡Appa!- escuche que gritaron. Gire para ver de dónde provenía ese sonido y me encontré con un pequeño niño de cabello negro, piel blanca y mejillas regordetas, haciendo muecas hacia alguien. Fue inevitable no sonreír. Él bebe era hermoso, en un futuro también me gustaría tener uno, tal vez con...
-¡Jun!- Kyuhyun.
En cámara lenta vi como Kyuhyun se acercaba al niño, se ponía a su altura y acariciaba sus mejillas. Mi respiración se detuvo al verlo. ¿Que era lo que acababa de ver? Me quede inmóvil, solo observando como Kyuhyun hacia reír al bebe mientras yo sentía algo quebrarse en mi interior.
Si Sungmin, ese fue tu corazón. Me aclaro mi mente. ¿Como debería sentirme en ese instante? Tal vez él bebe era su sobrino...
-¡Appa!- volvió a gritar intentando que Kyuhyun dejara de hacerle cosquillas. No había duda. Kyuhyun tenía un hijo. Uno que nunca menciono. Mis ojos se llenaron de lágrimas, todas mis esperanzas se fueron a la basura junto con mis sueños de un futuro junto a Kyuhyun.

He aquí por qué he dicho todo lo anterior. Verlo junto a su hijo me hizo recordar todo lo que pasamos juntos. Ahora sabia porque desde nuestra primera vez juntos siempre nos veíamos en su departamento, sabía que no vivía ahí debido a la ausencia de su ropa u objetos personales y nunca se quedaba conmigo por las noches argumentando que tenía que ir a casa. Y la única vez que le pregunte por ello evadió completamente el tema.
Ambos nos encontrábamos en la cama con él encima de mí mientras aun estábamos unidos íntimamente. Kyuhyun acariciaba con su nariz mi mejilla y sin meditarlo la pregunta salió de mi boca.
-¿Por qué no podemos ir a tu casa?- lo sentí tensarse momentáneamente y al instante volver a su actitud pasiva.
-Por respeto a los que viven ahí- sonrió de manera lasciva y yo me sonroje. No me refería a hacerlo en su casa.
-Kyuhyun...- beso mis labios.
-¿Estas listo para conocerlos?- no, no estaba listo para enfrentarme a sus padres pero me podía que ni siquiera hubiera intentado convencerme de ir. -Vez- volvió a besarme. -Cuando estés listo lo hare- mis pensamientos se cortaron cuando jadee al sentir su miembro despertar aun en mi interior. -Necesitas confiar en mi- empezó a moverse con lentitud. -Confía en mí- gemí por la aceleración de sus movimientos.
-Kyu- sus manos se aferraron a mi espalda atrayéndome hacia él. Consiguiendo que olvidara el tema y solo me dedicara a sentirlo entrar y salir de mi cuerpo, disfrutando de las sensaciones que recorrían mi cuerpo.
Kyuhyun era muy bueno evadiendo temas y yo disfrutaba de sus distracciones enviando al fondo de mi mente preguntas que debieron importarme desde el principio pues, fuera de lo laboral, no conocía a Kyuhyun a excepción de lo poco que me conto de él y, lo que me aseguraba, sentía por mí.

Verlo ahí, sonriéndole al pequeño mientras lo llamaban papa me devasto. Kyuhyun tenía un hijo que nunca menciono, me seguía repitiendo, y ello me hizo pensar que tal vez estuviera casado pero, por alguna extraña razón, nadie lo sabía. Lo peor fue sentir mi corazón ser oprimido por el dolor de imaginar que yo no era otra cosa más que su amante. Por eso nunca se quedaba conmigo durante las noches. Siempre se iba antes de las ocho, ni siquiera la cenicienta se iba tan temprano pero nunca le reproche nada.
Contuve la reparación al verlo cargar al niño, su pequeña cabecita quedo sobre su hombro y pude apreciar más su cabello negro y grandes ojos, como los de Kyuhyun. Sin duda se parecía a él. De pronto sus ojitos me miraron y levanto la cabeza con curiosidad removiéndose en los brazos de su padre, se giró hacia él empezando a balbucear palabras que no alcance a escuchar mientras su manita señalaba en mi dirección. Al parecer su efusividad llamo su atención porque le vi voltear hacia mí. Vi sus ojos abrirse en sorpresa al mismo tiempo que sus labios se movían susurrando mi nombre.
-Min...- no quise saber más así que di media vuelta empezando a avanzar, alejándome. Me sentía furioso, engañado, decepcionado... dolido. Kyuhyun me mintió. Podía verme como su amante mientras él tenía una familia esperándolo en casa. Un lugar que yo nunca pisaría.
-¡Min!- abruptamente me detuve. Esa voz no vino de Kyuhyun pues era más suave y tierna. Me gire viendo al pequeño bebe caminar rápidamente hacia mí. Sus pasitos eran lo suficientemente firmes como para saber que corría. Vestía unos pantalones negros, chamarra azul y un pequeño gorro blanco con un pompón en la punta. Encantador. Y lo único que pude pensar fue "Tan hermoso, como su padre".
-¡Jun!- grito Kyuhyun corriendo tras él bebe que se aferró a mi pierna dejándome inmóvil y sin aliento. ¿Por qué lo hizo? Si nunca lo había visto. Asumí que él tampoco me había visto antes, ¿entonces?
-Appa- se giró a ver a Kyuhyun sin soltarme. -Min- casi me derrito ante el pucherito que formo tras decir mi nombre, lo único que lo impidió fue levantar la vista interrogante.
-Min- esta vez fue él. -Lo siento- había tristeza en su mirada y no entendí a que se debía.
-¿Por qué?- pronuncie acariciando el cabello del pequeño quien levanto su mirada hacia mí. Por dios, en verdad era lindo.
-Escúchame- le ignore agachándome a la altura del bebe.
-Hola- me sonrió haciendo resaltar sus sonrosadas mejillas, encantador. -¿Me conoces?- asintió frenéticamente.
-Tu- me señalo -Min- le devolví la sonrisa.
-¿Cómo te llamas?
-Jun- mi sonrisa se ensancho. -El- señalo a Kyuhyun -mío Appa- sentí una opresión en el pecho al escucharlo. Desvié la vista al piso mientras Jun se dirigía hacia su padre. Padre, vaya que esa palabra me dolía. ¿Qué pasaría si salgo corriendo?
De pronto Jun regreso hacia mí con él teléfono de Kyuhyun entre sus manos, mostrándomelo.
-Tu aquí- me entrego el celular y presiono el botón de inicio mientras lo sostenía, pues con sus pequeñas manitas no podía hacer más que sostenerlo. Al encender el teléfono una imagen del pequeño se mostró como pantalla de bloqueo. -Aquí, Min- repitió deslizando su dedito por la pantalla. No entendía como yo podía estar ahí, era ilógi... co. Abrí los ojos sorprendido al ver esta vez una foto mía como pantalla de inicio. Levante la vista hacia Kyuhyun encontrándolo con la mirada al frente por encima de nosotros, como si estuviera avergonzado.
Oh, Kyuhyun. ¿Que significa esto?
-¿Ese soy yo?- le pregunte a Jun. Jun me miro confundido volteando a ver a Kyuhyun.
-Appa, ¿Min?- Kyuhyun le sonrió con ternura.
-Sí, él es Min- sin más, el pequeño Jun se me fue encima abrazándome. La sorpresa provoco que me desestabilizara y cayera sentado en el piso con Jun entre mis brazos, protegiéndolo.
-¡Jun!- grito Kyuhyun tomándolo entre sus brazos, apartándolo de mí para luego tenderme una mano. -¿Estas bien?- fue inevitable sonreír. Al parecer Jun si me conocía y yo a él no.
-Sí, gracias.
-Ven conmigo- la seriedad volvió a mí. En este momento no sabía que pensar pero la curiosidad podía más.
Quería saber cómo es que Jun me reconoció cuando solo había visto una foto mía. Una que Kyuhyun tomo recientemente, la última vez que cocine para él en su departamento... -¿Min?- no quería que fuera la última, me negaba a terminar de esta forma así que asentí.
-Min- esta vez fue Jun extendiendo sus bracitos para que lo cargara. Desvié mi vista a Kyuhyun encontrando una sonrisa en su rostro y un brillo especial en sus ojos.
-¿Puedo?
-¿Quieres?- me devolvió la pregunta a lo que yo asentí. Me entrego a Jun y este inmediatamente enredo sus brazos en mi cuello escondiendo su rostro. Me gusto sentirlo entre mis brazos. Sentir su calidez que rápidamente inundo mi interior de añoranza, con deseos de que fuera mío. Algo ilógico pues obviamente yo no puedo tener hijos pero eso no evito que fantaseara con un bebe mío y de Kyuhyun... Kyuhyun. La realidad me golpeo, Jun tenía una madre y Kyuhyun era el padre.
-¿Como me conoce?- decidí empezar con lo más fácil para mí.
-Ha esperado este día- levante una ceja hacia él. -Espera que te quedes con nosotros. Al igual que yo- sus palabras me dejaron sin aliento. ¿A que se refería? Sin embargo ninguna palabra salió de mi boca. Kyuhyun reanudo su camino y yo lo seguí con Jun en mis brazos, quien se dedicó a jugar con mi cabello, tomo mis mejillas con sus pequeñas manos y las apretó. Mi mueca debió ser graciosa porque el empezó a reír y a decir palabras poco entendibles para mí que solo le respondía asintiendo.

Kyuhyun y yo seguimos caminando hasta detenernos frente a una gran casa. Gire a verlo, Jun se había quedado dormido en mis brazos. -Esta es mi casa- ambos nos miramos. -¿Quieres entrar?- una sombra de tristeza paso por sus hermosos ojos. Rápidamente entendí que tenía miedo de que me negara al conocer la existencia de Jun. La idea de una esposa desapareció de mi mente, Kyuhyun no sería capaz de traerme para que la conociera con Jun entre mis brazos después de lo que me dijo.
Asentí y la incertidumbre me invadió, pensando en lo que podía encontrarme adentro.
Kyuhyun abrió la reja que rodeaba su propiedad dejándome ver que su casa era más grande de lo que parecía por afuera. Tenías que cruzar un jardín para llegar a la entrada principal. La mayoría de las paredes de la casa estaban conformadas por grandes ventanales.
-Pasa- Kyuhyun sostuvo la puerta dejándome entrar. Me detuve a unos pasos sin saber a dónde dirigirme.
-Kyu ssi- una voz femenina me hizo girar encontrándome con una mujer mayor de amplia sonrisa que al verme su expresión se congelo.
-Te presento a Soyeon- me hablo Kyuhyun poniendo una mano en mi espalda.
-Hola, me llamo...
-Sungmin- me interrumpió sorprendiéndome. -Lo sé, me conocen como Nana, cuido del pequeño Jun- presione a Jun contra mí, no quería soltarlo. Aquí todos parecían conocerme pero yo no tenía ese gusto. Volví mi vista a Kyuhyun para verlo sonrojado. Esta era la primera vez viéndolo así. Maldición, mi corazón acelero su ritmo con anhelo.
-Kyu...
-¿Quieres tomar algo?- me evadió pero no insistí. Acepte tomar algo, lo necesitaba. Mientras tanto Kyuhyun me guio a la sala e inmediatamente me senté para poder colocar a Jun sobre mis piernas. ¿Ya mencione lo hermoso que es? Acaricie sus mejillas sintiendo la suavidad de su piel bajo mis dedos. Tome su pequeña mano entre las mías provocando que sonriera entre sueños y envolviera uno de mis dedos entre su mano, como un bebe de meses.
-Su nombre es Junho- Kyuhyun se sentó a mi lado. -Minji escogió su nombre- me tense. Ese debía ser el nombre de su madre.
Precavidamente desvié mi vista hacia él, tenía la mirada en el piso con sus codos sobre sus rodillas y sus manos cruzadas. Intente decir algo pero la presencia de Nana lo impidió, dejando un vaso sobre la mesita.
-¿Quieres que me lo lleve?- me pregunto. No quería soltarlo pero estaría más cómodo en su cuna así que asentí entregándoselo, viendo como giraba y se perdía por las escaleras con Jun en sus brazos.
-Kyu...
-Es mi hijo, tiene tres años- mi respiración se volvió pesada. -Minji era una mujer exitosa- ¿era? -No le gustaban los compromisos, casarse nunca estuvo en sus planes- mis latidos aumentaron su ritmo. -La conocí en un club, fue cosa de una noche...- no creía poder soportarlo así que me puse de pie. -Min...
-No, Kyuhyun. Lo siento- me tomo del brazo pero me sacudí alejándome.
-No sobrevivió- me detuve en seco. -No estaba en sus planes que yo supiera de Jun- gire a verlo encontrándolo con los ojos llorosos, mirándome. -Quería criarlo sola, sin compromisos.
-¿Cuando?- mi voz tembló y un nudo se formó en mi garganta.
-Cuando nació Jun- hubo un largo momento de silencio entre nosotros. Me quede sin palabras y fui el primero en desviar la vista. -No te vayas- no me importo nada en ese momento, simplemente me acerque a Kyuhyun para rodear su cuello con mis brazos y él hizo lo mismo con mi cintura. Primera vez o no, ahora sabía que odiaba verlo llorar. En mi mente empecé a pensar en algo para distraerlo de la historia de Minji, recordando que Jun y Nana me conocían.
-¿Como me conoce Jun?- lo sentí relajarse y esbozar una ligera sonrisa contra mi cuello.
-Te conoce desde la primera vez que te bese- eso fue hace meses. Me aferre más a su cuello. -Conseguí una fotografía tuya y se la mostré. Él se la mostro a Nana.
-¿Quien soy para él?
-Pregúntale a Jun- me separe observándolo. Algo me decía que me llevaría una gran sorpresa cuando Jun despertara. -Ven- tomo mi mano dirigiéndonos a las escaleras, nos detuvimos frente a una puerta. -Esta es mi habitación- la emoción me recorrió. Por fin estoy aquí. Respire profundo antes de entrar y notar que, como todo lo demás, las paredes tenían un color blanco contrastando con el color negro de los muebles. Me acomode en un sillón mientras Kyuhyun lo hacía en la cama. Su actitud definitivamente cambiaba cuando estábamos a solas.
-¿Kyu?
-Hace tres años recibí una llamada en la madrugada, diciéndome que Minji estaba en el hospital. Pese a solo haberla visto una vez, no era un patán como para no preocuparme. Al llegar me encontré con Nana, ella me llevo a su habitación y no sabes la impresión que tuve al notar su embarazo, había decidid llevarlo hasta el final a pesar de ser de alto riesgo- trague duro sintiendo las lágrimas formarse en mis ojos. -Quería ser madre soltera pero no sería posible. Me pidió, me suplico que cuidara de Jun pues yo era el padre. Quede en shock tras su confesión. ¡Tenía 21 años!- Le mire. -Vi al doctor entrar para llevársela y yo temblaba a sabiendas de lo que podía pasarle, no lo pensé, juro que no lo hice cuando decidí entrar con ella. No quería que se sintiera sola y la vi, Min. La vi llorar al escuchar el llanto de Jun para luego escuchar descender sus latidos- a estas alturas ya no podía contener mi llanto al imaginarlo en esa situación. Corrí hacia Kyuhyun ancándome entre sus piernas rodeando su cintura.
-Kyuhyun...
-Escúchame, ¿si?- asentí. -Los médicos me sacaron para momentos después ver salir a una enfermera con un bebe envuelto en mantas azules, "su nombre es Junho" me dijo. En ese momento la realidad me golpeo. Tenía un hijo- me apretó contra él- Llore con él en brazos y luego en los de Nana. Desaparecí de casa durante tres días encargándome de todos los tramites, apenas tenía la edad suficiente como hacerme cargo de un bebe, tuve miedo de perderlo. Quisiera o no era mío y luche por él. Ella lo sabía, confió en mi para cuidarlo y se encargó de todo, dejo una carta exponiendo sus deseos, además de un seguro del que podía disponer si lo necesitaba y la editorial de la cual era dueña quedo a nombre de Jun- me aleje limpiando sus lágrimas aunque mi trabajo se arruinaba con la caída de más.
-¿Que paso con tus padres?- Esbozo una sonrisa triste.
-Me retaron cuando aparecí en la tarde del tercer día pero callaron al ver el montón de cobijas en mis manos. Me bombardearon con cientos de preguntas, ellos sabían que no estaba listo para esto pero al final comprendieron que Minji tenía un plan B por si algo no salía bien y ese plan me incluía a mí. Mi madre me ayudo a cuidar de Jun durante el primer año.
-¿Y luego?
-Vio que no lo hacía tan mal y huyo- sonreí. Su mirada me decía que era broma. -Le dije que podía solo. Soyeon ssi era Nana de Minji y decidió quedarse conmigo así que ella podía ayudarme.
-¿Lo quieres?- tenía curiosidad sobre ello. A su edad no es fácil encontrar a un chico responsable de un bebe.
-Lo amo- su seguridad me hizo sonreír. Me senté sobre mis piernas sin dejar de mirarlo con admiración. -Desde que llegamos decidí que dormiría conmigo. Tenía miedo de estar lejos de él pero mi madre dijo que no debía acostumbrarlo pues tenía que estudiar- me sonrió con la felicidad reflejada en sus ojos. -Fue el año más duro de mi vida.
-Cuéntame- quería saber más de su paternidad y alejarlo del recuerdo de Minji. Además de que yo tenía 26 años y la idea de ser padre nunca había cruzado por mi mente.
-Me levantaba cada tres horas durante la noche- me sorprendí. -A las nueve tenía que estar en la universidad porque era mi último año.
-Clases avanzadas- susurre recordando y él asintió.
-Regresaba a las cuatro y volvía a cuidarlo y hacer mis tareas. Parecía zombi- sonreí con él.
-¿Cambiaste?
-En una noche pase de las fiestas a cambiar pañales y preparar biberones. Mis padres siguieron pagando mis gastos y utilice parte del seguro en los gastos de Jun en ese año, no quería trabajar por las tardes.
-¿Por qué?
-Cada día Jun cambiaba o hacia algo nuevo, me negaba a perderme algo- Kyuhyun se puso de pie y camino hacia su escritorio tomando un libro. Regreso a su posición y me tendió el libro con una gran sonrisa. Era un álbum de fotos. Me senté en el piso cruzando las piernas para empezar a verlo. "Cho Junho" se leía en la portada de color azul. Al ver la primera página volví a llorar, era el pequeño Jun en brazos de su madre, la única foto que tendría. En la siguiente estaba en los de Kyuhyun. Sonreí.
-Tu cara- susurre divertido. Alce la vista y él aprovecho para posar un beso en mis labios.
-¿Sabes lo pequeños que son? Tenía miedo de romperlo- reí. Ya casi no había rastro de lágrimas en sus ojos. Seguí y note a lo que Kyuhyun se refería, sus ojitos abiertos, un dedo en la boca, un puño en la siguiente, su primera sonrisa, sus primeros dientes, sus primeros pasos, todas sus primeras veces estaban aquí. -Me gradué un año después. Ahí ya no pude evadir el trabajo. Busque convertirme en mi propio jefe para establecer mis horarios.
-De nueve a cuatro- ese era su horario.
-Sí.
-Pero...
-Se extendió hasta las ocho cuando empezamos a salir- no pude evitar sentirme culpable por quitarle tiempo de convivencia con Jun.
-¿Por qué no me lo dijiste?- cuestione herido por su falta de confianza.
-Quería asegurarme primero- ¿Que fue lo que dijo?
-¿Estabas probando si era él adecuado?- el enojo volvió a mí.
-No me malinterpretes.
-¿Entonces como debería tomarlo?
-Hubo alguien, ¿ok?- sentí una bofetada. -Cuando Jun tenía un año- los celos y él enojo se mezclaron en mi interior. Apreté mis manos en puños mas no lo interrumpí. -Creí que en verdad quería a Jun pero solo fingió para poder estar conmigo- el enojo hacia él se disipo. ¿Como podría alguien aprovecharse de un bebe?
-¿Qué?
-Desde entonces mantengo mi vida personal en secreto. No quiero exponer a Jun a algo así de nuevo.
-¿Y yo? ¿Donde quedo yo?
-Desde el principio supe que eras diferente- se inclinó a acariciar mi mejilla, ladee mi cabeza hacia su tacto entonces me beso. No fue profundo, solo un roce tomando mi labio inferior entre los suyos. -Luego tuve miedo de perderte- susurro sobre mis labios. -No muchos quieren hacerse cargo de un bebe- esta vez yo lo bese poniendo una mano en su nuca para a traerlo a mí. Me tomo de la cintura, levantándome y sentándome en su regazo con una pierna a cada lado de su cadera.
-Te amo- susurre al separarme viéndolo a los ojos.
-¿Te quedaras?
-Sí, si tú quieres- me abrazo escondiendo su rostro en mi cuello.
-Si quiero y Jun también- sonrió contra mi piel haciéndome estremecer. Tome su rostro entre mis manos.
-¿Que tiene que ver Jun? No me conoce- formo una media sonrisa.
-Pregúntale- y volvió a besarme.

♦ ♦ ♦

Hola!

Este es el primer Kyumin que escribí. Es algo corto, solo falta un capitulo, pero lo ame.

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